Aunque natural de Sanxenxo, Rubén Moldes Montes, a sus 29 años vive afincado en el barrio de O Barreiro en Xil (Meaño). Allí decidió hace algo más año dedicar tiempo y dinero a una de sus pasiones, la cría de bueyes, que compagina con su profesión de mecánico. Para ello acondicionó unas cuadras en la era de su casa donde actualmente cría cinco parejas de bueyes, procedentes de Cantabria, Portugal u Ourense entre otras latitudes.

"Hace año y medio -recuerda- compré mi primera pareja de bueyes, dos tudancos que adquirí en Cantabria. Luego me fui haciendo con otras parejas: una de raza rubia gallega, otra de miñoto portugués, maronés ourensano?.Siempre fui un apasionado de los animales, de lo contarrio no podría haberme embarcado en un proyecto como éste que tiene mucho de romántico".

Y es que la cría de bueyes es una actividad en la zona "sobre todo en la costa donde ya no los hay, únicamente perviven en las zonas de interior, caso de Silleda o Lugo", explica Rubén Moldes. "Hace medio siglo, en cambio, el buey era un animal frecuente en el campo gallego porque tenían una gran capacidad de tracción, y a falta de los tractores de hoy, se empleaba mucho para sacar la madera del monte".

"Por esta razón -agrega- aún hoy los bueyes suelen comprarse por parejas porque son animales muy compenetrados que han trabajado juntos durante años. De hecho los que yo estoy criando tienen entre 3 años de vida los más jóvenes, y los 11 del tudanco cántabro".

"Adquirir una pareja de bueyes no es hoy excesivamente caro -explica el ganadero-, si bien luego está la labor de recebarlos y los cuidados para tener todo en regla".

"Lo primero que cabe tener en cuenta -matiza- es que, si son jóvenes, tienes que enseñarles a comer, conviene darle siempre comida pero la justa, a fin de que ganen grasa pero que no empachen. En cuanto al apartado sanitario tienes que vacunarlos todos los años para desparasitarlos, y un veterinario cobra una media de 50 euros para cada pareja vacunada".

La alimentación se completa con pasto en verde un parte del año, más luego ensilado de maíz, avena, cebada, trigo y forraje, la mayoría del cual debe comprarlo nuestro protagonista en el interior.

Abaratar costes

Fue precisamente con el objeto de abaratar costes que le puso en contacto con otro ganadero meañés, en este caso David Couso, dedicado a la cría de caballos en su Cequus Veiguiña" en la misma localidad de Xil.

"Cada uno de nosotros -explica David Couso- estábamos trayendo medio tráiler de cereal, en mi caso para los caballos y Rubén para los bueyes, por lo que nos pusimos de acuerdo para fletar un tráiler completo cada cierto tiempo y compartir los gastos de porte".

"Esto -agrega- nos sirvió para empatizar sobre este mundo, conocer mejor la actividad del otro y así generar una serie de sinergias comunes hasta el punto de concebir esta jornada de degustación de la carne de buey".

A David Couso le compraron su primer caballo, "Campeador", con 12 años. A los 18 se formaba en Madrid como técnico en podología equina, estudios que completó luego con otros clinics formativos, y a los 20 años comenzó a gestar la idea disponer de una ganadería y un centro hípico propios.

Equitación

El proyecto cristalizó hace unos años sobre una finca heredada de su abuela Clara "A Veiguiña", y en su recuerdo puso su nombre el proyecto.

A sus 34 años de hoy, Couso cría en estas instalaciones 16 equinos e imparte clases de equitación a unos 70 alumnos. Estos dos jóvenes ganaderos se dieron la mano así para poner en marcha esta degustación.