La proliferación de basura generó ayer críticas similares y casi simultáneas en Vilagarcía de Arousa y O Grove. En el primer caso la ingente cantidad de basura acumulada en la explanada TIR tras una noche de "movida" -además en plenas fiestas de Santa Rita- indignó a los usuarios del paseo marítimo y el carril bici. En la villa meca la indignada era la presidenta del PP local, Beatriz Castro, que no acierta a entender "cómo puede permitirse semejante imagen de abandono en zonas turísticas como A Toxa y Siradella".

Lo sucedido en la ciudad vilagarciana, no cabe duda, está directamente relacionado con la "movida nocturna", la presencia de locales de copas en el entorno y la práctica del botellón. La imagen que ofrecía ese espacio a media mañana era preocupante, y eso que ya se encontraban en la zona un buen número de operarios que se encargaban de poner la zona a punto, aunque el trabajo fue intenso y se prolongó más de lo previsto.

Pero los vecinos que por allí pasaban dicen que ellos también tienen "derecho a disfrutar", y por eso exigen "o bien que se evite que el botellón genere estos problemas, para lo cual debe prohibirse, o bien que se limpie la zona mucho antes".

Realmente las personas mayores y los niños, ciclistas y, en general, todos lo usuarios -que no eran pocos- tenían dificultades para sortear los obstáculos que se iban encontrando en el camino, sobre todo botellas y envases de plástico y cristal.

"Además de ser muy molesto es un peligro, ya que podemos caernos o clavarnos con algún vidrio", explicaba una septuagenaria vilagarciana que paseaba por la zona.

"No vuelvo a venir en bicicleta por aquí un domingo por la mañana porque es penoso como está el carril", apostillaba un ciclista tras poner pie a tierra para evitar pisar cristales.

Otros paseantes, así como los navegantes que se dirigían al puerto deportivo, insistían en las mismas quejas y preocupaciones, al tiempo que algunos denunciaban también el "pestilente olor existente", ya que "son muchos los que orinan en la calle", aseguraban.