Los padres de los 156 alumnos que integran el colegio Viñagrande de Deiro, en Vilanova de Arousa, celebraron en la noche del pasado miércoles una reunión de urgencia para analizar las medidas a adoptar tras la inundación del centro por el tercermundista estado de los baños. En ese encuentro se aprobó solicitar, de forma inmediata, un encuentro con el titular de la Consellería de Educación, Román Rodríguez, para mostrarle las dificultades con las que conviven a diario sus hijos y los profesores que imparten clase en esas dependencias. Además, abren la puerta a otras acciones de protesta para dar a conocer la problemática que existe.

Así se reconoce en un escrito emitido ayer por la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) del centro en el que se señalan algunas de esas deficiencias que deben solventarse de inmediato. Así, aseguran que los aseos del profesorado y del alumnado "presentan óxido, obstrucciones y un nivel de deterioro de tal magnitud que han provocado la tercera inundación del centro en tan solo tres años por la rotura de una de las tuberías". Esta fue la causa de la suspensión de clases tras constatar que existía riesgo para los pequeños por la inestabilidad en la que se encontraba el falso techo, que se vio seriamente afectado por el agua.

Pese a haberse convertido en uno de los centros educativos de referencia en la comarca, e incluso en Galicia, por su novedosos métodos de enseñanza, los padres se sienten defraudados con las administraciones al ver como "la infraestructura se deteriora sin que nadie haga algo por evitarlo, y al mismo tiempo, muchos niños se niegan a utilizar los baños del colegio por su pésimo estado". Los baños no son el único punto del centro que sufre un deficiente estado de conservación, los problemas también se extienden a las ventanas "de los años sesenta, fijadas con tornillos para que cierren y, aún así, dejan escapar todo el calor en el invierno, y con ello buena parte del presupuesto de funcionamiento del centro".

Por todos estos motivos, las familias exigen el apoyo de la administración educativa para que se acometan las obras de rehabilitación y acondicionamiento del centro, unas actuaciones por las que llevan muchos años aguardando. "Luchamos y defendemos una enseñanza pública de excelencia, inclusiva e innovadora y no queremos ni debemos hacerlo sin los apoyos mínimos que nos debe garantizar el gobierno autonómico", concluyen.

Una de las cuestiones en la que coinciden la mayor parte de los padres de alumnos es en la excelencia de la enseñanza que se imparte en el centro. No en vano, el CEIP Viñagrande de Deiro ha sido premio Samsung Smart School y Proyecta, además de convertirse en visita obligada de grandes personajes como Francesco Tonucci, al que se suman instituciones y asociaciones de innovación educativa, docentes procedentes de otras escuelas y universidades de todo el Estado. Todos ellos "ven sorprendidos como la infraestructura se deteriora sin que nadie haga algo por evitarlo".

Por eso las palabras del alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, cuestionando el modelo educativo del centro no han gustado nada en el seno de la comunidad escolar, un malestar que se incrementó al conocer que el Concello retiró los deshumidificadores y los cañones de calor que se instalaron para secar el colegio cuando todavía había agua por el centro.

Reconocen que el Concello no es la institución con mayor responsabilidad en la situación del centro. Es más, incluso apuntan que se ha mostrado colaborador en actuaciones como la mejora del vallado perimetral, pero creen que el alcalde no es una voz autorizada para cuestionar "un modelo educativo que está avalado por el reconocimiento de muchos especialistas y premios". Precisamente han sido esos premios los que han permitido al centro destinar parte de sus presupuestos a tareas de mantenimiento, unas tareas en las que "llegaron a participar los profesores".

Las clases, en principio, está previsto que se reanuden el próximo lunes tras solventar la avería que provocó la inundación el pasado miércoles.