La expectación que ha generado en Vilagarcía las obras de humanización y peatonalización de la Praza de Galicia es máxima. Y ese interés ciudadano por el resultado de la reforma crece a medida que avanzan los trabajos y la nueva imagen del corazón de la ciudad se hace más visible. Aunque el Concello ha apurado a la empresa adjudicataria con el objetivo de que la plaza pudiera inaugurarse en las fiestas de Santa Rita (reduciendo considerablemente los seis meses del plazo de ejecución), finalmente no va a ser posible. El gobierno municipal prefiere abrir al público la remozada plaza completamente terminada, hasta el último detalle, por lo que las previsiones apuntan a la última semana de mayo o la primera de junio, según confirma el propio alcalde, Alberto Varela.

El proyecto elaborado por el arquitecto Mariano Vázquez pretende que la nueva Praza de Galicia deje de ser una zona de paso -quizá la más transitada de Vilagarcía- para convertirse en un espacio público atractivo para el descanso y el disfrute de todos los vecinos, desde niños a personas mayores. Para ello se han colocado bancos y habilitado zonas verdes que combinan con el pavimento de hormigón, así como una fuente con acequias que simulan el cauce del río que antiguamente discurría por el lugar.

La fuente constituye el elemento central de la plaza. Según avanzó ayer el alcalde, incorpora un sistema de iluminación que cambiará el aspecto de la plaza en función de si es de día o de noche.

Además de la novedosa instalación lumínica, la Praza de Galicia será la primera zona pública de la capital arousana en contar con hilo musical.

La concejala de Urbanismo, Paola María, aclara que el sistema de sonido no estará permanentemente en funcionamiento, sino que se utilizará en las ocasiones en las que se considere oportunas, como por ejemplo alguna actividad o acto señalados.

La remodelación de la Praza de Galicia está llamada a ser la actuación estrella del mandato de Alberto Varela. Pese a las críticas en torno a la importante reordenación del tráfico que ha supuesto la peatonalización completa de la plaza, el gobierno socialista ha apostado firmemente por este proyecto, que se enmarca en su "modelo de ciudad", centrado en crear más espacio para los viandantes.

A esta obra adjudicada a Marconsa por 181.600 euros (la mitad del importe de licitación) le seguirá la humanización de la vecina Praza da Independencia, una actuación que se sufragará con fondos europeos -la Praza de Galicia se costea con el Plan Concellos de la Diputación-. Aunque el procedimiento está muy avanzado, las obras no comenzarán hasta después del verano para no entorpecer el ritmo de la ciudad en la época de mayor afluencia de visitantes.