La escasez de viviendas en el mercado inmobiliario de Vilagarcía está frenando el asentamiento de nuevos vecinos interesados en fijar su residencia en la capital arousana. Los de mayor edad para disfrutar de su jubilación en una ciudad pequeña y cómoda, y los jóvenes para vivir cerca del lugar de trabajo. Así lo observan diversas agencias inmobiliarias del municipio, que añaden una segunda causa de la falta de pisos disponibles: la subida de los precios, tanto en el mercado del arrendamiento como en el de compraventa.
Desde la Inmobiliaria Valiñas reconocen que necesitan pisos para vender y alquilar porque la demanda es muy superior a la oferta. "Hay mucha gente mayor que quiere instalarse en Vilagarcía. Personas procedentes de A Coruña, Valladolid, ... Tenemos una ciudad con un clima agradable, prácticamente llana y cómoda para vivir. Tiene servicios y está todo cerca", relata Ofelia Valiñas.
En cuanto al alquiler, la demanda es "altísima". "Un apartamento seminuevo de dos habitaciones y sin muebles en el centro cuesta 400 euros más comunidad", dice Ofelia Valiñas para ejemplificar el encarecimiento de la vivienda en la capital arousana. Añade que también hay "pisos grandes a 400 euros", pero con un déficit de mantenimiento importante que merma las condiciones de habitabilidad.
En ello coincide Begoña Diz, de Ritual Servicios Inmobiliarios. Asegura que el precio del alquiler "sigue subiendo", con arrendamientos de hasta 450 euros para apartamentos de dos habitaciones. En su caso, el grueso de la demanda se centra en personas jóvenes "que por trabajo vienen a vivir a la ciudad de Vilagarcía". Pero para muchas de ellas un piso en buen estado de conservación y bien situado resulta prohibitivo.
En lo que respecta a la compraventa de viviendas, la situación es muy similar: pocas viviendas y caras. "Tenemos viviendas antiguas en edificios sin ascensor por precios de entre 50.000 y 70.000 euros, pero encontrar un piso seminuevo en el centro por 100.000 o 120.000 euros es muy difícil", expone la responsable de Ritual.
Y es que los que hay parecen estar en manos de los bancos, que de un tiempo a esta parte actúan como auténticas agencias inmobiliarias para colocar en el mercado viviendas embargadas a precios muy competitivos.
Pero la realidad en las inmobiliarias es la siguiente: "O tenemos pisos malos baratos o muy caros, de 200.000 euros para arriba", resume Begoña Diz.
Los datos oficiales del Ministerio de Fomento confirman el relato de las empresas consultadas. El año 2017 se cerró con un precio de la vivienda libre en Vilagarcía de 881,7 euros por metro cuadrado, una media obtenida de la realización de 93 tasaciones, la mayoría en pisos con más de cinco años de antigüedad.
Un año antes, en el último trimestre de 2016, el precio era de 830,5 euros por metro cuadrado, es decir, 50 euros por debajo. Y en el mismo periodo de 2015 (de octubre a diciembre), se situaba en 812,6 euros/m2. Por tanto el precio de la vivienda en la capital arousana ha ido creciendo de forma paulatina en los últimos años, con picos en la época de verano de 914 euros el metro cuadrado (tercer trimestre de 2017).
Mercado de veraneo
Dentro del mercado inmobiliario vilagarciano, el negocio de los pisos de veraneo no es minoritario, pues hay propietarios que de este modo quieren sacar una mayor rentabilidad a sus inmuebles y los ponen en alquiler únicamente durante la época estival. Esta también constituye una causa más de la escasez de oferta de vivienda para ocupar durante todo el año. Las inmobiliarias aseguran que las consultas para arrendamientos de veraneo comenzaron "hace tiempo".
