La marsopa ( Phocoena phocoena), conocida en Galicia como "toniña", es un mamífero marino amenazado y cada vez menos frecuente en las rías de la comunidad. Dados los escasos estudios existentes sobre este cetáceo que llega a medir entre 1,4 y 1,9 metros, hasta ahora se creía que el notable aumento de delfines en aguas interiores, especialmente en Arousa, podría ser la causa principal de la desaparición progresiva de la primera especie. Pero ahora, tras constatarse que ambas pueden interactuar e incluso compartir bancos de alimento, se advierte de que la causa es otra: la acción del ser humano.

Parece que la abundancia de embarcaciones de recreo y el ruido que emiten, así como los efectos derivados de la actividad pesquera y acuícola que se ejerce tanto en los barcos como en las bateas de mejillón y ostra pueden haberse convertido en la principal causa de la "huida" de la marsopa, que alcanzando un peso máximo de apenas ochenta kilos, en el caso de las hembras, y de alrededor de sesenta kilogramos si son machos.

Así lo explican desde el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), con base en O Grove y dirigido por Bruno Díaz López. Es él quien resalta que "las marsopas evitan estar presentes en zonas de alta concentración de embarcaciones a motor, posiblemente por la contaminación acústica y el comportamiento asustadizo de la especie".

Pero también es este biólogo de origen ferrolano el encargado de transmitir que "se pudo confirmar que los delfines mulares no tienen nada que ver en la distribución de las marsopas, ya que hemos podido observar de ambas especies compartiendo el territorio sin agresividad alguna entre ellas".

En relación con esto reconoce que "hasta ahora se creía que la abundancia de arroaces mantenía alejadas las marsopas de la ría de Arousa, pero tras cuatro años de intenso trabajo podemos asegurar que lo que de verdad las espanta son las actividades humanas, y en particular las embarcaciones de motor y la contaminación acústica".

Por eso las "toniñas", otrora tan abundantes como los delfines en Arousa, son cada vez más escasas en la ría, donde siguen en aumento el tráfico marítimo y la industria mejillonera".

Así las cosas, al tiempo que aboga por regular y restringir la navegación en el área de influencia del Parque Nacional Illas Atlánticas, especialmente en lo que se refiere a las embarcaciones de recreo y áreas como las islas Cíes, Bruno Díaz asevera que "la actividad humana juega un papel decisivo a la hora de alejar a las marsopas de nuestras costas, de ahí la necesidad de una gestión sostenible".

Cita como ejemplo que "las marsopas pueden dejarse ver en buen número dentro de la ría un domingo, cuando no hay actividad pesquera o acuícola". Y añade que "es una especie tímida o asustadiza que para evitar la presión decide irse a aguas exteriores, mientras que al delfín mular las embarcaciones a motor le molestan mucho menos".

El biólogo está convencido de que estudios como éste "nos permiten conocer mejor el grado de vulnerabilidad de la que es una de las especies de cetáceos más amenazadas a nivel nacional, aportando una información de gran valor para los entes responsables de la gestión de las actividades humanas y protección de dicha especie en aguas ibéricas".