Las mariscadoras de Carril comenzaron ayer la semana en la playa Compostela y se encontraron con un panorama desolador. El raño (o "gancha") no paraba de arrastrar a la superficie conchas abiertas de almeja y berberecho debido a la mortandad del marisco. Así, las trabajadoras tardaron más de lo habitual en alcanzar el cupo, establecido en ocho kilos de japónica. Se metieron al mar al filo de las ocho y media de la mañana y no salieron hasta cuatro horas más tarde.

El grupo crítico tanto con la directiva de la agrupación como con las decisiones que se adoptan desde la propia cofradía se quejaba ayer de la gestión de ambos entes en relación a la mortandad de marisco. "Si se preveía riada o mucha agua dulce deberíamos haber quitado toda la almeja", abogan. "Fuimos el único sector al que le anularon días de trabajo", recuerda. El motivo de la cancelación de varias jornadas -alternas- de faena fue la baja salinidad del agua.

Desde el pósito carrilexo están convencidos de que estos bajos índices de sal en el agua están motivados por las lluvias, pero también por la apertura de compuertas del embalse de Portodemouros, ubicado en la cuenca del Ulla, entre las provincias de Pontevedra y A Coruña. Según los datos que maneja la cofradía, la presa redujo su ocupación en una semana en 11 hectómetros cúbicos pese a las precipitaciones caídas. Su ocupación roza el 90%.

El patrón mayor, José Luis Villanueva, ya advirtió de que tanta agua dulce arrasaría los bancos marisqueros carrilexos, sobre todo los ubicados en la desembocadura del río. "Se está evaluando la mortandad del marisco y aún se tardará en tener los datos definitivos porque es progresiva y hay que ver su evolución", comentó ayer el patrón.

La directiva de la agrupación de marisqueo a pie comunicó ayer a las mariscadoras que ante la elevada mortandad en la playa Compostela, la actividad se trasladaría en próximas jornadas al entorno de la desembocadura del río. Una propuesta que ha caído como un jarro de agua fría en el sector crítico de las mariscadoras.

El patrón opina en este sentido que "las mariscadoras no pueden hacer lo que les dé la gana a cada una, porque si así fuera no tendría razón de ser su junta directiva, y aunque es de comprender su preocupación, sobre todo la de las mariscadoras que estuvieron dando cuidado todo el año al marisco y los bancos marisqueros, tienen que respetar las instrucciones de su junta directiva, pues ésta sigue los consejos de la Asistencia técnica y las prioridades son las que son".

En principio las mariscadoras volverán hoy a faenar en la playa de Compostela, aunque previsiblemente en los días próximos trasladarán su actividad a Os Lombos y la zona de A Fangueira. Algunas apuestan por permanecer toda la semana en A Compostela para retirar la gran cantidad de conchas del marisco que ha arrasado la excesiva agua dulce de las últimas semanas.