La primera "Andaina da Memoria" reunió a más de medio centenar de participantes para satisfacción de sus organizadores, los miembros de Iniciativa Cidadá pola Memoria Histórica, quienes proyectan repetir la experiencia en una nueva edición para que se conozca una parte de la historia de Vilagarcía silenciada durante años.

El itinerario marcado de 4,3 kilómetros y siete paradas explicativas resultó positivo para todos los asistentes, desde niños hasta personas mayores, por lo que no fue necesaria la actuación del coche escoba que la organización puso a disposición de las personas que tuvieran necesidad de interrumpir la caminata por razones de fuerza mayor.

Iniciativa Cidadá convocó a los vilagarcianos a una ruta que comenzó en el cementerio municipal de Vilagarcía a las 10.30 horas, ante el monolito levantado junto a la fosa común donde están enterradas 19 personas víctimas de la Dictadura. Entre los asistentes estaban concejales socialistas, de Esquerda Unida y del BNG en la corporación municipal.

En este punto, uno de los directivos del colectivo, Carlos da Silva, leyó los nombres de los ajusticiados: Amador Gómez, Agustiño de Leiria, Antonio Sayanes González, Eduardo Ferreirós Boullosa, Inocencio Lamas Bugallo, Joaquín Ramos Patiño, José Ramón Roo Pérez, Josefa Barreiro González, Luis Aragunde Alfonsín, Luis Castro Lojo, Luis Iglesias Galáns, Luis Vilas Barreiro, Manuel Díaz Hermo, Manuel Limeres Ordóñez, Manuel Rañó Lorenzo, Matías Bouzada Torrado, Miguel Fuentes Jamardo, Pilar Fernández Seijo, Rodrigo Berruete Alejandre y Urbano Tarrío Montero.

La comitiva inició la caminata de unos 800 metros hasta el lugar de Loenzo, donde el año pasado se colocó una placa en recuerdo a las cuatro personas fallecidas el 16 de febrero de 1937. La parada explicativa estuvo a cargo de Margarita Teijeiro.

Desde Loenzo continuaron hasta el lugar de Os Martices, con una distancia de 1,2 kilómetros. La parada explicativa ante la placa que recuerda a los caídos en este punto estuvo a cargo de César Roo, nieto de una de las víctimas.

La comitiva continuó hasta la calle de San Roque y paró en una zona próxima a la capilla, donde se ubicó el antiguo cuartel de la Guardia Civil. La parada explicativa estuvo a cargo de Francisco Villaverde, familiar de un represaliado. La siguiente fue en la Plaza de Ravella ante el Consistorio, donde se produjeron unos hechos que relató Alejandro Quintela. Continuaron hasta el edificio de O Ramal (hoy escuela de música), que también estuvo relacionado con hechos de la represión. Finalmente, la comitiva llegó al parque Miguel Hernández, para rendir homenaje a todas las víctimas el monumento Rosas Rotas, con intervención a cargo de Xosé Castro Ratón.