En las bateas de preengorde de moluscos bivalvos a instalar en el polígono Pobra B no solo habrá placas solares. También se colocarán en ellas dos aerogeneradores de 800 vatios de potencia con un diámetro de 1,75 metros que estarán fijados a la batea mediante una subestructura metálica comunicada con el tanque de semilla, que a su vez lo estará con el tanque de reserva mediante una tubería de PVC de 32 milímetros. Esto permitirá bombear agua a un ritmo de 16.000 litros por hora.

Dice la memoria del proyecto que en primavera se realizará en circuito abierto, tomando agua directamente del mar para favorecer el crecimiento de las diferentes especies cultivadas, ya que es la época en la que se acumula mayor cantidad de nutrientes en la ría. En invierno el circuito será cerrado, con cuatro renovaciones de agua al día.

En el estudio de impacto ambiental del "Proyecto de cultivo experimental de moluscos bivalvos sobre unidades de substrato suspendido en la ría de Arosa", a desplegar en las cuadrículas 113 y 130 del polígono bateeiro Pobra B, se hace constar que esta idea se base en el anterior plan desarrollado en la cuadrícula 131, con el que se recabaron datos sobre el preengorde de almeja babosa, fina y japónica entre 2011 y 2014 "que permiten ajustar los parámetros de diseño de la instalación actual".

Dice su promotor, Manuel Antonio Boo Pardavila, que aquella explotación se realizó "satisfactoriamente durante los cuatro años de actividad", de ahí que sea optimista ante la nueva propuesta.

Para llevarla a cabo y perfeccionar el sistema de explotación, consolidar los resultados y mejorar la operatividad y efectos sobre el entorno se plantean una serie de acciones concretas, como introducir los juveniles en el agua con la mayor rapidez posible para minimizar la mortalidad inicial o comenzar el preengorde en marzo, "dado que se consiguen menores mortandades y los clientes tienen disponibilidad de la semilla, para el engorde, en las épocas de mejores condiciones hidrográficas".

También se plantea que "las labores de desdoble y cribado no deberán superar los 50 días, en primavera, ni los 40, en verano, llevando a cabo las acciones de limpieza correspondientes".

Asimismo, "con el fin de evitar mortandades y bajo crecimiento, en las épocas de lluvia se sumergirán las jaulas hasta profundidades de 3 o 4 metros, obteniendo así una mayor estabilidad en temperatura y salinidad; mientras que en época estival las jaulas se colgarán empezando a menos de un metro de profundidad, aprovechando de esta forma la riqueza fitoplanctónica".