Últimos coletazos para completar la reforma de la plaza de abastos de Vilagarcía. Tras más de dos meses con el paso intermedio entre el edificio principal y el de la verdura manga por hombro, con la obra inacabada, los operarios han retomado la actividad esta semana al comenzar a ejecutar la actuación que quedaba pendiente. Se trata del acondicionamiento de la zona ubicada entre ambos inmuebles que dejó libre la demolición del anexo, así como de los tres nuevos nuevos puestos exteriores construidos en la fachada de la plaza de la verdura.

El plazo de ejecución de los trabajos es de dos meses. El presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López, aplaude el desbloqueo de las obras y espera que se finalicen en el tiempo estipulado o incluso algo antes si las condiciones meteorológicas lo permiten.

Según el Concello, la demolición del edificio anexo y la construcción del nuevo acceso a la plaza (con escaleras y rampa) constituyen una obra terminada e independiente de la urbanización del paso intermedio que ha quedado al aire libre con el derribo de la estructura. Los comerciantes del mercado desconocían este extremo y durante semanas no vieron obreros en la zona, por lo que pensaron que las obras estaban paralizadas. De hecho a simple vista así lo parecía, porque aunque según el Ayuntamiento son dos actuaciones diferentes, se ejecutan en el mismo espacio, el cual ha estado cerrado con restos de obra durante todo este tiempo de inactividad.

El dinero para ejecutar esta última fase se aprobó en el pleno del pasado mes de octubre a través de un expediente de modificación de crédito extraordinario y cambio de finalidad.

Una vez aprobado ese trámite por parte de la corporación, el expediente se expuso al público y no fue hasta diciembre cuando arrancó la tramitación para sacar la obra a licitación, un proceso que conlleva la apertura de un plazo de presentación de ofertas y el posterior análisis de las mismas por parte de los técnicos municipales, que además deben elaborar los correspondientes informes.

En definitiva, que fue la necesidad de seguir los procedimientos administrativos y los plazos que marca la ley lo que demoró el inicio de las obras hasta esta semana. Y es que a finales de enero las obras estaban "a punto de adjudicarse" y no han dado comienzo hasta dos meses después.

Ahora que los operarios están a pie de obra, deben acondicionar los tres huecos abiertos en la fachada de la plaza de la verdura que da al edificio principal para habilitar allí los tres puestos que desaparecieron con el derribo del edificio anexo. Esos tres negocios funcionan desde noviembre en el edificio principal. Dos de ellos en el ala este, donde están las pescantinas, y el de pollos asados en la planta superior, junto a la cafetería, debido a la salida de humos.

El traslado es provisional, pues estos tres comercios regresarán al exterior una vez que concluyan los trabajos de acondicionamiento actualmente en marcha.

Ayer una manta de escombro cubría el espacio entre el inmueble central del mercado y la nave donde venden las labradoras cada martes y sábado. Los tres huecos en la pared para ubicar en ellos los locales ya están abiertos, si bien todavía deben acondicionarse. También está pendiente el nuevo pavimento del paseo entre ambos edificios.

El mercado de Vilagarcía ha sufrido en los últimos años una importante mejora, en la que destaca "la segunda fase de reforma" concluida a finales de 2017. También se renovaron los toldos de todos los puestos exteriores con una estética común para todos ellos y se actuó en el interior de la plaza de la verdura.

A ello se suma la obra actualmente en marcha en el callejón que dejó la demolición del anexo, así como la humanización de García Caamaño. A mayores, el Concello prevé renovar la balaustrada del río de O Con.