Varios de los barcos de la ría de Arousa que han subido al Cantábrico para participar en la campaña de pesca dirigida de la "xarda" (caballa) ya han conseguido prácticamente la mitad de su cupo semanal de capturas, establecido en 10.000 kilos por embarcación. Pero siguen inmersos en tal incertidumbre, que ni siquiera saben cuántos días podrán trabajar la semana próxima. Una situación que el patrón mayor de O Grove, Antonio Otero, considera "muy injusta".

Este año, la flota de artes menores de la provincia de Pontevedra ha sido la más perjudicada por el reparto de capturas de "xarda" establecido por el Ministerio de Agricultura y Pesca, pues cuentan con menos del 5 por ciento de la pesquería, pese a que se trata de la provincia con más barcos de estas características de todo el arco atlántico y cantábrico.

Esta situación propicia que al haber un tope escaso de capturas, los armadores estén en vilo, pues saben que en cualquier momento el recuento del Ministerio puede indicar que se ha superado el cupo, con lo que tendrían que volver a casa. Ante este panorama, los armadores se resignan a trabajar día a día y a ver como se desarrollan los acontecimientos.

Miguel Mascato, del Hermanos Mascato II, de O Grove, afirma que "nosotros hemos venido por gastar la cuota, porque a lo mejor si hacemos números igual perdemos dinero. Pero es que si este año no gastamos la cuota que nos toca, quizás el año que viene nos encontramos con que se lo reparten a otros y a nosotros aún nos toca menos".

Buenas capturas

La pesquería dirigida de la "xarda" empezó anteayer lunes, y se está desarrollando con buenas capturas, al menos según las impresiones de los tres armadores de O Grove consultados por este periódico. Y eso que el fuerte viento que se registró ayer en aguas de Lugo dificultó mucho el trabajo de los pescadores. "Con viento y con frío la caballa se mete mucho hacia el fondo", dice Miguel Mascato.

Su hermano José Manuel, patrón del Manuel Mascato, apunta que tras los dos primeros días de trabajo han obtenido en torno a 5.000 kilos de caballa, lo que significa aproximadamente la mitad de su cupo semanal. "La campaña ha empezado normal. Parece que hay pescado, pero lo malo es que no sabemos cuándo vamos a acabar".

Los seis tripulantes del Manuel Mascato estuvieron faenando el lunes doce horas, entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde, pero ayer tuvieron que recoger los aparejos muchos antes y volver a tierra, "porque el viento era exagerado". Algo similar le sucedió a los cinco hombres del Hermanos Mascato II. Según su patrón, el lunes pescaron bien, pero ayer solo pudieron trabajar "a primera hora del día, entre las 8 y las 10 de la mañana". En su caso, cuentan con completar su cupo semanal de 10.000 kilos entre "mañana (por hoy) si el temporal nos deja salir, porque las previsiones dan bastante mal tiempo, o el jueves". También lamenta la incertidumbre que rodea a los demás barcos de Pontevedra. "Nosotros contamos con ir al menos uno o dos días la semana que viene", añade Miguel Mascato.

Él y su familia fueron de los primeros pescadores de la ría de Arousa en subir al Cantábrico a pescar "xarda" a principios de primavera, "hace nueve o diez años". Por ello, ha visto, como las cuotas de esta pesquería han ido mermando año tras año. Y defiende la importancia de esta costera, no solo para quienes participan en ella, sino también para los que se quedan pescando frente a la costa pontevedresa. "De este modo se diversifica la flota, y durante un tiempo hay menor presión extractiva sobre las especies".

Buen precio

Santiago Domínguez, del Tucán II de O Grove, afirma que "el precio no está yendo mal". Éste ronda los 0,80 euros el kilo en la lonja de Burela, llegando a los 0,89 en algunas pujas. Domínguez y sus cuatro compañeros de embarcación también tienen prácticamente cubierta la mitad de su cuota semanal, a pesar de que "hoy (por ayer) falló bastante por culpa del mal tiempo".

Como sus compañeros, Domínguez participa en el sentir general de los armadores de Pontevedra, que se sienten marginados por el Gobierno central. "El problema es que no nos dejan pescar. El año pasado ya fue malísimo, con solo seis días y medio de faena, y este año a ver que pasa. Los gallegos son los que menos cuota tienen, y dentro de los gallegos, los de Pontevedra somos también los que menos tenemos".

La flota pontevedresa se desplazó la semana pasada al Cantábrico con la esperanza de que se concrete una promesa verbal de la Secretaría General de Pesca, que se comprometió a intentar ceder más pescado a los barcos de esta provincia. Pero a día de hoy esa promesa política no se ha concretado.

En lo que respecta al día de trabajo de hoy, la decisión de si salen a pescar o no la tomará cada armador de forma individual, según vean el tiempo a primera hora.