Las tormentas registradas el Jueves y Viernes Santo, así como los intensos vientos de los últimos días, provocaron numerosos daños y averías en el alumbrado público municipal y en el sistema de señalización semafórica de la ciudad, de cuyas reparaciones se encarga el personal del servicio municipal de Electricidad. También los efectivos de Emergencias tuvieron que salir ayer a retirar unas tejas que amenazaban con caerse de un edificio de 5 plantas ubicado en el número 50 de la transitada avenida de Doctor Tourón.

El gobierno municipal aclara que los trabajos de reparación del alumbrado público y de los semáforos podrán prolongarse durante unos días, aunque el personal apura al máximo las reparaciones. Pero los sistemas electrónicos de los cinco semáforos afectados por la tormenta deberán ser revisados y reparados por técnicos de una empresa especializada que tienen previsto desplazarse hoy a Vilagarcía.

En el alumbrado público destaca las instalaciones totalmente quemadas de la zona de O Rial, donde se apagaron sus 17 luminarias.

También sufrieron daños las farolas de las zonas de Sobradelo, Vilaxoán, Rúa Xesteira y Vilaboa. Precisamente en esta última zona fue donde los operarios comenzaron a trabajar ayer y ya quedaron subsanados los problemas. La reposición del servicio en los demás lugares se hará de forma progresiva, puesto que hay que revisar todos los cuadros eléctricos del alumbrado público en estas zonas y, posteriormente, reparar el cableado de cada farola afectada.

Los semáforos que sufrieron daños están ubicados en la zona sur del municipio: el de Vilaxoán, de Sobradelo, del cruce de O Piñeiriño y el de Vista Alegre; aunque también se averío el del cruce de A Xalda, en Carril. Mientras no se completa su reparación, la Policía Local colocó señales informativas de advertencia para que los conductores reduzcan la velocidad en los cruces más frecuentados por peatones.

Por otra parte, una unidad de Emergencias y Protección Civil, auxiliada por el camión escalera, acudió ayer al número 50 de la calle Doctor Tourón ante la llamada de particulares por el peligro de desprendimiento de unas tejas del edificio.