En Vilagarcía cada vez hay más coches. A excepción de 2009, 2012 y 2013 -años en los que descendió el censo según el Instituto Galego de Estadística-, en las dos últimas décadas la ciudad ha experimentado un espectacular incremento que ronda los 6.000 turismos, pasando de 12.000 a los 18.866 actuales. Según el padrón del impuesto de circulación facilitado por el Concello, el parque móvil de Vilagarcía está compuesto por un total de 24.002 vehículos -de todo tipo-, lo que se traduce en 850 más que los 23.146 del censo municipal de 2015. Se trata de una cifra récord, la más elevada en la historia de la ciudad.
A diferencia de otros municipios, como por ejemplo Vigo, donde ha disminuido el número de camiones en los últimos años, en Vilagarcía el incremento del parque móvil se experimenta en todo tipo de vehículos, desde automóviles a camiones o motos. También en los tractores. Todos sin excepción.
Según el padrón del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), los 24.002 vehículos se dividen en 18.866 turismos, 34 autobuses, 1.220 camiones, 491 tractores, 226 remolques y semirremolques y 3.165 motos y otros.
La recaudación estimada por el también denominado "rodaje" para este año 2018 es de 1.854.365,09 euros, apenas 40.000 euros más que hace tres años, cuando el censo estaba conformado por 850 vehículos menos.
El plazo de cobro por vía voluntaria del impuesto de circulación está abierto desde el 15 de marzo hasta el 15 de mayo. Al día siguiente, el 16 de mayo, se activará la vía ejecutiva. En lo que respecta a los recibos que están domiciliados, el Ayuntamiento efectuará el cargo en las cuentas bancarias de los contribuyentes el 2 de mayo, precisan fuentes municipales.
Evolución ascendente
Aunque la crisis económica que estalló en el año 2008 provocó que muchos concesionarios tocasen fondo debido a la caída de las ventas de coches nuevos, las estadísticas del IGE relativas al parque móvil de Vilagarcía y elaboradas en base a datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) evidencian un incremento paulatino del número de vehículos que circulan por la ciudad.
Y es que durante los años de recesión, una buena parte de las familias no se podían permitir la compra de un coche nuevo, obligadas a estirar el que tenían, es decir, a prolongar la vida útil del automóvil en la medida de lo posible. Por tanto aunque bajasen las matriculaciones, también lo hacían los automóviles que se enviaban al desguace.
Las ventas comenzaron a repuntar en la capital arousana en 2015, con 492 coches nuevos. Al año siguiente se matricularon 552 y en 2017, 628, lo que significa la recuperación de los niveles del año 2010 y el doble de turismos que en 2013, el peor año para los concesionarios arousanos, con solo 368 turismos matriculados.
Echando la vista atrás, actualmente hay en Vilagarcía unos 3.000 vehículos más que hace una década. Son 2.000 coches más, cerca de 800 motos más y 200 camiones más que hace diez años. La flota de autobuses creció en nueve vehículos.
Estos datos publicados en el Instituto Galego de Estadística confirman que el incremento del parque móvil de la capital arousana es una realidad.
El actual gobierno de Alberto Varela intenta reducir el tráfico del transporte privado con programas como el Vaibús! (bono del transporte público) o el Vaibike! (servicio de préstamo de bicicletas), además de apostar por un modelo de ciudad con más espacio para las personas en detrimento de los coches. Las peatonalizaciones son un claro ejemplo de este modelo de gestión. De hecho actualmente está en ejecución la humanización de la céntrica Praza de Galicia y está en proyecto también la de la Praza da Independencia, entre otras.
Pero el trabajo en materia de movilidad es una carrera de fondo para las administraciones, pues cambiar el chip de la ciudadanía no se logra de un día para otro. Además, es necesario un transporte público comarcal en condiciones y revitalizar la estación de autobuses mediante la intermodalidad con el servicio ferroviario. Vilagarcía ha hecho gestiones en este sentido ante las administraciones competentes, a la espera de que den sus frutos.
