El afloramiento de primavera que ha generado el espectacular aumento de biotoxinas marinas en las rías gallegas provoca cada día que pasa el cierre de nuevas bateas.

Se cumplen así las previsiones avanzadas por FARO la semana pasada, cuando se advirtió de que este episodio tóxico primaveral podría causar un cierre generalizado de polígonos. Tanto es así que a estas alturas ya solo queda "limpia" la ría de Ares-Betanzos, donde hay un centenar de bateas en aguas de Sada en las que aún es posible extraer y comercializar mejillón.

Todo lo contrario de lo que sucede en Pontevedra, con sus ocho polígonos cerrados, y en la ría de Vigo, donde hay nueve inoperativos y tres abiertos, de momento.

Asimismo, tras cerrarse ayer los Ribeira B, Pobra H y Cambados C Norte, también empeoró de manera notable la situación en Arousa, donde ya hay una decena de polígonos clausurados debido a lo que popularmente se conoce como "marea roja", de la que, por ahora, se libran otros catorce. También se cerró ayer el Muros C, de tal modo que en la ría de Muros-Noia ya solo queda disponible uno de sus cuatro polígonos.

En definitiva, que lejos de remitir, el actual episodio tóxico tiende a avanzar.