Los arousanos están convencidos de que el último temporal "causó más daños de los que se creía inicialmente" y reclaman la "urgente reparación" de los desperfectos, así como la adopción de medidas preventivas para evitar que se repitan estos hechos.

Resultaron especialmente graves en O Grove y A Illa, pero la acción del mar se hizo notar también, en mayor o menor medida, en Catoira, Vilagarcía, Cambados y Vilanova, tanto en sus zonas portuarias como en diferentes playas y senderos litorales.

Aunque la fuerza de la naturaleza se escapa al control de los humanos, y de los políticos más concretamente, hay arousanos que creen que en determinadas zonas deben instalarse muros de contención o diques de abrigo que frenen las embestidas del mar.

Puede recordarse, por ejemplo, que el mar golpeó las viviendas en lugares de A Illa como O Regueiro y O Portiño, llegaba al sendero peatonal de A Canteira y cubría la de O Cantiño.

La virulencia del oleaje también causó importantes trastornos en la localidad meca, con especial incidencia, como se explicaba ayer, en el barrio de Virxe das Mareas, Porto Meloxo, Rons y Lordelo. Al igual que en playas como A Lanzada, Raeiros, Area da Cruz y, en general, todas las esparcidas por la costa de San Vicente.

Es en Virxe das Mareas donde los vecinos reclaman respuestas a los políticos. En este barrio ya se acometieron medidas preventivas en ocasiones anteriores, ya que los episodios de pleamar que coinciden con intensas precipitaciones y viento, como sucedió esta semana, suelen causar problemas considerables.

"Pero no sirvió de nada porque el mar volvió a golpear con fuerza", invadiendo carreteras, paseos e incluso parques infantiles, además de afectar a las viviendas pegadas a la línea de costa.

Después de que la concejala Ángeles Domínguez recorriera la zona afectada para evaluar los daños, los vecinos consideran que "es preciso actuar con rapidez para subsanar los problemas detectados".

Se refieren, sobre todo, a las zonas donde "el mar arrancó o levantó aceras, dañó los paseos marítimos y cubrió carreteras de arena, algas y piedras".

Más complicado va a ser actuar en las zonas de playa donde la arena desapareció total o parcialmente. Esto se hace notar tanto en Rons como en A Lanzada y en Area da Cruz, a la altura del camping O Curro, donde con motivo de la pleamar, las rachas de viento cercanas a los 90 kilómetros por hora y el intenso oleaje, el agua llegó a alcanzar el paseo marítimo y a erosionar parcialmente el cordón dunar.