Los vertidos a los ríos es uno de los problemas medioambientales más habituales en O Salnés. Y se producen sobre todo en afluentes del Umia, que es el principal cauce fluvial de la comarca, y de donde procede la práctica totalidad del agua potable que se consume en la comarca.

Una zona especialmente conflictiva ha sido Cabanelas, donde se encuentra un pozo de bombeo que a menudo se veía desbordado cuando coincidían épocas de lluvias intensas con los vertidos industriales, que acostumbran a tener compuestos grasos.

En los últimos años se han identificado varias empresas como autoras de los vertidos, localizadas ya sea a orillas del río Umia o en los polígonos industriales próximos al mismo, como son los de Vilanova, Cambados y Ribadumia.

Hace ahora un año, la Mancomunidade do Salnés planteó endurecer las sanciones económicas a las firmas que provoquen estas emisiones, como medida coercitiva, a raíz de varios vertidos consecutivos en Cabanelas. Actualmente, la sanción máxima es de 6.000 euros, y la propuesta del órgano comarcal pasaba por fijar la nueva cuantía en 100.000. Pero ese reglamento todavía no se ha aprobado. Lo que se ha hecho es firmar un convenio con Augas de Galicia, gracias al cual se mantuvieron reuniones técnicas con las empresas.