Estamos en enero, un mes con dos caras, una mira hacia el año viejo donde se han hecho cosas buenas y malas. La otra mira hacia el futuro, donde se tendrá la oportunidad de hacer las cosas mejor, pensando en los ciudadanos y sus deseos. El Obelisco contiene historias silenciosas de nuestros recuerdos, su reloj también marcaba las horas y minutos de esas historias que hemos vivido en esta ciudad. Era el observador silencioso o la maquina del tiempo.

Hace muchos años fue trasladado a otra plaza y en su lugar de construyo una fuente. Con el paso del tiempo la fuente desapareció del centro de la ciudad. Hace unos tres años, un alcalde popular quería que el Obelisco regresase a su lugar de origen, hoy la Plaza de Galicia. Los trabajos ya habían comenzado, pero el nuevo alcalde socialista lo impidió, dando una excusa, convirtiendo al observador silencioso en un objeto político. Muchos ciudadanos quieren que el Obelisco vuelva a su lugar de origen, para recuperar y recordar parte de la historia de la ciudad, pero parece ser, que nuestro joven alcalde con pocas nociones de la historia de su ciudad, se opone. Hoy, parece que ese objeto que pertenece a nuestro patrimonio, se encuentra secuestrado por nuestros gobernantes en algún almacén del olvido.

Próximamente se va a modificar el aspecto de la Plaza de Galicia, creemos, que seria una gran oportunidad para que nuestro alcalde dando otra excusa, devuelva al lugar de origen el Obelisco secuestrado.