El Consello Regulador da Denominación de Orixe Protexida (DOP) Mexillón de Galicia cree más que demostrado que la acuicultura es un ejemplo de sostenibilidad ambiental, y que lejos de causar perjuicios, las bateas de cultivo de moluscos bivalvos contribuyen a generar riqueza pesquera y marisquera.

Tanto es así que los parques de cultivo flotantes se han convertido en una especie de despensa que, gracias a la proliferación de alimento, atrae a una buena cantidad de delfines, tal y como se explicó ya en repetidas ocasiones en FARO DE VIGO durante el último año.

Para reafirmar esta teoría Mexillón de Galicia se aferra a los estudios realizados por el Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI), el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares que se asienta en O Grove y dirige Bruno Díaz.

En su boletín informativo correspondiente al mes pasado el Consello Regulador que preside Francisco Alcalde incide, precisamente, en la "convivencia harmónica" entre cetáceos y bateeiros, de tal forma que "los delfines encuentran en los alrededores de las bateas peces en abundancia sin que estas estructuras flotantes supongan un obstáculo o peligro cuando tratan de alimentarse, a diferencia de lo que ocurre con sistemas de cultivo empleados en otras latitudes".

Concluyen los bateeiros, por tanto, que este es "un magnífico ejemplo de cómo sistemas de producción respetuosos con el medio crean las condiciones para la pervivencia de un ecosistema rico y variado".

Para incidir en los "beneficios" de la mitilicultura en la fauna marina, Mexillón de Galicia incorpora a su boletín un informe de Bruno Díaz López en el que sostiene que "el desarrollo sostenible de la acuicultura costera pasa por un buen entendimiento con el medio ambiente y la fauna marina, respetándolos, conociéndolos y realizando acciones que tiendan a disminuir los posibles impactos negativos que se deriven de la propia actividad".

En este sentido, el director del BDRI alude a su investigación sobre la interacción entre delfines y bateas, un trabajo "único en el mundo" que se desarrolló íntegramente en la ría de Arousa y demuestra "que los delfines no sufren impacto alguno" por la presencia de los viveros flotantes.

Muy por el contrario, se benefician de "un ahorro de tiempo y energía" cuando se dedican a la captura de peces. Algo que no sucede en Nueva Zelanda, Chile o Australia, donde la producción de mejillón y ostra mediante sistemas como las long-lines "constituye un obstáculo" para los mamíferos marinos, "pudiendo provocar el abandono de la zona por parte de algunas poblaciones de delfines".

Lo que sucede es que en el entorno de las bateas gallegas de mejillón se concentra una gran producción de peces y cefalópodos que constituyen el sustento de los cetáceos, de ahí que la presencia de los delfines en Arousa se incrementara notablemente.