La Cabalgata de Reyes es uno de los eventos más esperados por los vilagarcianos. Esto lo demuestra el gran número de espectadores que se reunieron en las principales calles de la ciudad para saludar a Sus Majestades de Oriente, a pesar de la amenaza de lluvia. Aunque el desfile estaba previsto para las siete de la tarde, desde las cinco y media fueron ubicándose las primeras personas al borde de las aceras para conseguir el mejor puesto y no perderse ningún detalle. El espectáculo no defraudó, los Reyes desfilaron acompañados por una comitiva de 700 personas.

Melchor, Gaspar y Baltasar, que llegaron a Vilagarcía poco después de las cuatro de la tarde, se tomaron un tiempo para descansar y compartir en el salón principal del Auditorio Municipal un momento exclusivo con los niños que participaban en la Cabalgata. En el exterior del centro cultural se estaban preparando las carrozas y todos los equipos del séquito de los Reyes Magos.

A las siete de la tarde unas bombas anunciaban el inicio de la Cabalgata que salió desde la Praza da II República (explanada del Auditorio Municipal) para continuar su recorrido por la Avenida da Mariña. La gente se agolpaba en las aceras y también invadía la calle, a pesar de las recomendaciones de los voluntarios de Protección Civil que intentaban mantener el orden para poder permitir el paso de la comitiva sin que se produjeran incidentes.

El desfile fue abierto por una de las carrozas de regalos que participaron en la comitiva, que fue custodiada por numerosas personas del séquito, entre ellas los aguerridos romanos, encarnados por los miembros del club de rugby "Os Ingleses" que este año estrenaron trajes. Detrás, los miembros de la Banda de Música de Vilagarcía interpretaban alegres villancicos.

Una larga comitiva de personas continuó el desfile hasta que llegó la primera carroza con el Rey Melchor y sus pajes, quienes repartieron eufóricamente caramelos entre los espectadores.

Un grupo de tambores puso ritmo a la Cabalgata, anunciando la llegada de la carroza del Rey Gaspar, que también desfiló junto con otra destinada a los regalos que por la noche repartirían en las casas vilagarcianas. Moros y egipcios también participaron en el desfile entre las carrozas. Les siguió otro grupo de sonoros tambores que dieron paso a la comitiva del Rey Baltasar. La carroza de sus regalos cerró el desfile que también estuvo acompañado por una unidad móvil de Protección Civil.

La Cabalgata recorrió la Avenida da Mariña, Conde Vallellano, Plaza de Galicia, Arcebispo Lago, Alexandre Bóveda, Alejandro Cerecedo, Doctor Tourón, Plaza de España, Edelmiro Trillo, Plaza de la Independencia y calle Arapiles, donde los Reyes Magos bajaron de sus carrozas para continuar a pie por el paseo central de la Plaza de Ravella y cruzar hasta el Belén Viviente instalado delante de la casa consistorial.