Aunque ya se explicó en otras ocasiones cómo funcionan las tradicionales pesqueiras, no está de más recordar que estas trampas funcionan cuando las lampreas intentan superar la fuerza de la corriente y se desplazan por los pasillos que forman las piedras, colocándose en ellos las nasas.

De este modo los peces quedan atrapados en las redes porque la fuerza del agua les impide salir. Estas construcciones tradicionales que ya empleaban los romanos se sitúan en Herbón, Carcacía-Lapido, Barcala-Sinde y en Reis. Las de Herbón, entre ellas la de Antonio Caldelas, se conocen como Areas y Traxeito. La primera tiene seis pescos y cinco pasillos, mientras que la segunda dispone de nueve pescos y ocho pasillos, tal y como explica el periodista Miguel Piñeiro en su libro "Lampreas e Pesqueiras", publicado por Editorial Galaxia. La misma publicación resalta la presencia de grupos de muros denominados Cabildo, Cuarteles, Xanza, Mitra y Cortiñas, así como el papel que desempeñan -setecientos metros río arriba- las pesqueiras de As Bellas, "con la subdenominación de Bellas y Ribeiro, que miden 91 metros". Especialmente llamativo resulta el Canal de Herbón, "que llega a los 120 metros de longitud entre dos muros y alberga cuatro puestos de pesca en la orilla norte y tres en la sur, sumando cinco pasillos".