Carlos Blanco, una de las grandes referencias de la escena gallega, se subió ayer a un escenario, el del Auditorio de A Illa, que conoce la perfección. El artista vilagarciano, asentado en A Illa desde hace años, junto a Oswaldo Digón dio el pistoletazo de salida a un año, 2018, en el que se va a celebrar el décimo aniversario de la inauguración del Auditorio. La fiesta fue completa, ya que Carlos Blanco fue agasajado con una tarta para celebrar su cumpleaños sobre el mismo escenario que tan bien conoce.

Esta primera actividad del Auditorio para 2018 resultó un éxito de público, ya que se agotaron las entradas y el salón de actos se llenó hasta la bandera para ver el espectáculo, algo que volverá a repetirse con la llegada, mañana, del proyecto María Fumaça, liderado por Uxía Senlle, que regresa, como cada año, a las tablas del auditorio municipal.

Aunque todavía está por definir la programación, la intención de la Concejalía de Cultura es traer a muchos de los artistas que han pasado por las tablas del Auditorio en estos diez años. Esa nómina es muy extensa, sobre todo porque A Illa se ha convertido en un paraíso para los artistas, no solo por su ubicación, sino por las facilidades que tienen para preparar todos sus espectáculos antes de que comiencen a recorrer toda la geografía gallega. Fue así como en el Auditorio de A Illa se preestrenaron algunas de las obras de teatro más destacadas de la escena gallega en los últimos años, como "As do peixe" o "O tolleito de Inishman", cuyo director fue Cándido Pazó.

También fue el escenario de varios encuentros de la música de países lusófonos, participando entre otros el brasileño Sergio Tannus o el portugués Antonio Zambujo, artistas de calibre internacional que llenaron hasta los topes las dependencias que tanto costó construir.

El Auditorio de A Illa se acabó construyendo como compensación por la segregación, ya que A Illa nació en 1997 como municipio sin contar con las infraestructuras más básicas para su funcionamiento. El proyecto fue diseñado por el arquitecto Manuel Gallego Jorreto.