Vilagarcía se pone a prueba en caso de accidente marítimo con episodio de contaminación. Durante casi dos horas y media las aguas arousanas acogieron ayer una supuesta colisión entre dos barcos -en la realidad remolcadores- a la altura de la escollera de Ferrazo que originó un hipotético vertido de 25 toneladas de fuel y de una sustancia química que transportaba una de las embarcaciones en unos bidones que cayeron al mar a consecuencia del impacto.

Esta fue la primera ocasión en la que la entidad que dirige Sagrario Franco se sirvió de los nuevos trajes anticontaminación de Gardacostas que la Consellería do Mar presentó en septiembre en el puerto vilagarciano para luchar contra la contaminación nuclear, biológica o química en el mar. Se usaron concretamente en la playa de O Preguntoiro, en Vilaxoán, para encapsular el bidón con productos químicos que había llegado a la orilla.

Otra de las novedades de este simulacro fue la activación del Plan Camgal (Plan Territorial de Contaminación Mariña Accidental de Galicia).

El ejercicio comenzó a las diez de la mañana con el aviso en el Centro de Control de Emergencias por parte de uno de los buques, comunicando que había chocado con otra embarcación en la entrada al puerto. El capitán informa de la caída al mar de bidones con una sustancia nociva y potencialmente peligrosa, por lo que se dispone a evaluar tanto la carga perdida como el estado de la que continúa a bordo.

El segundo barco implicado en la colisión presenta daños en los tanques de combustible, ocasionado un vertido de unas 25 toneladas de fuel, si bien se estima que continúa perdiendo hidrocarburo.

Con esta información desde el Centro de Control se decide activar el Plan Interior Marítimo de la Autoridad Portuaria en grado de emergencia 1, notificando lo sucedido a autoridades locales, al director del Plan Camgal a través de la Sala de Operaciones de Gardacostas de Galicia, Capitanía Marítima y Centro de Control de Salvamento Marítimo en Fisterra.

El director del Camgal activa este plan y posteriormente se constituye un órgano integrado por el representante de la Delegación del Gobierno, el capitán marítimo y el coordinador de operaciones en mar del Camgal, que se reúne en el Centro de Control de Emergencias del Puerto.

Acto seguido se ordena la inspección de los buques por parte de Capitanía, priorizando la respuesta al vertido de sustancias químicas. Para evitar una nube tóxica, el "Irmáns García Nodal" de Gardacostas despliega una cortina de agua y el Intecmar lanza boyas de deriva para seguir el vertido de fuel del otro barco.

Como precaución, Gardacostas y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil establecen una zona de exclusión en el mar en torno a los buques por posible riesgo químico.

El barco que ha perdido bidones de HMS confirma que no tiene daños en la carga que mantiene a bordo. En cuanto a los depósitos a la deriva, se localiza uno en buen estado y otro afectado, ya en la costa, en la playa de O Preguntoiro. Se controla el acceso a la zona de operaciones en tierra con intervención de Policía Local, Guardia Civil y Policía Portuaria. Personal de Gardacostas, provistos de los trajes anticontaminación, se encargan del bidón dañado.

Por otro lado se confirma el derrame de fuel por parte del otro buque y Sasemar moviliza los medios necesarios, rodeando la embarcación con barreras de contención. Salvamento e Intecmar siguen el comportamiento de la mancha. El helicóptero "Pesca 1" evalúa el vertido, que amenaza con llegar a la costa, pero las barreras y los skimmers consiguen la contención del hidrocarburo evitando que alcance tierra.

Al finalizar el simulacro, los organismos participantes coincidieron en señalar los resultados positivos al lograrse "una aproximación integral a todas la variables del supuesto trabajado". La presidenta portuaria, Sagrario Franco, destacó que el ejercicio "ha permitido poner a prueba el mecanismo de respuesta conjunto entre los distintos organismos involucrados en un escenario de contaminación marina accidental por sustancias químicas y por hidrocarburos en el ámbito del Puerto de Vilagarcía".

Aunque el simulacro coincide en el mes en el que se cumplen 15 años de la catástrofe del Prestige, la Autoridad Portuaria desvincula el ejercicio de la efemérides.