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La llegada del otoño permite "aflorar" los nidos más inalcanzables por la caída de las hojas

Si la actividad de retirada o utilizar insecticida para acabar con los nidos de velutina sufrió un pequeño descenso en verano, en las últimas semanas ha repuntado con fuerza.

El motivo no es otro que la llegada del otoño, lo que provoca la caída de las hojas en muchos árboles cuyas tupidas copas impedían que fuesen visibles.

Las copas de castaños o robles centenarios son solo algunos de los puntos en los que se instalan.

También en eucaliptos de mucha altura, como uno de los últimos localizados en Ribadumia, en las inmediaciones del río Umia a su paso por Cabanelas, ubicado a más de 30 metros en la copa de un eucalipto. Eso si, en las inmediaciones siempre suele encontrarse un árbol frutal, lugar que se utiliza en los trampeos para tratar de atrapar las reinas durante la primavera o el otoño. De hecho, en A Illa hay 35 personas que han instalado trampas y, de forma regular, acuden al Concello a recoger atrayente para las velutinas ante la gran cantidad de capturas que realizan.

Uno de los últimos sobre los que se actuó en O Grove también se encontraba a esa distancia del suelo, lo que obligó a los efectivos de Protección Civil a emplear todos los tramos de su pértiga para poder inyectar el insecticida con el que se destruyen los nidos.

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