La primera vez que se tuvo constancia de la presencia del "picudo rojo" en Galicia fue en Gondomar, en 2013. Tres años después, había palmeras enfermas en 20 concellos de la provincia. En la actualidad, el "picudo" ya ha colonizado árboles en los nueve ayuntamientos de O Salnés. "Este año ha sido el de la eclosión definitiva del picudo, porque también ha coincidido con un tiempo seco y caluroso, que es ideal para él", sostiene el técnico agrícola Ramón Charlín, encargado de zonas verdes de la empresa Serga, que lleva el mantenimiento de las palmeras públicas de Cambados.

El Rhynchophorus ferrugineus es un coleóptero que ataca las palmeras y que puede llegar a secar el árbol. Se cree que en O Salnés la plaga empezó por A Toxa, y si bien hace un año posiblemente aún no había colonizado los municipios del interior de la comarca, en la actualidad ya está presente en todo el territorio. Un avance que se ha visto facilitado por la sequía. "Durante el puente del Pilar hizo más calor del normal en esas fechas, y en esos días se detectó un vuelo tremendo del insecto", manifiesta Charlín.

Las trampas de feromonas son uno de los medios ideales para conocer hasta qué extremo hay picudos. Y las colocadas en las últimas semanas en Cambados arrojan un resultado preocupante. En una, ubicada en el almacén municipal de A Pastora, cayeron 200 individuos. Cifra demasiado alta para el otoño, estación en la que se supone que la actividad del picudo tendría que ser mucho menor.

Así las cosas, el encargado de mantenimiento de las zonas verdes de Serga -una empresa de Sanxenxo- apunta que hay que estar muy alerta para evitar la expansión de la plaga.

58 árboles en Cambados

58 árboles en Cambados

En el caso de Cambados, hay 58 palmeras en espacios públicos, y presentaban síntomas de estar afectadas por el picudo 10. El primer tratamiento se les aplicó el 27 de septiembre, y ayer se les dio un segundo. El próximo será en febrero, para evitar que el insecto pueda anidar de nuevo en las palmeras con la eclosión de la primavera. Eso siempre y cuando empiece a llover y enfríe el tiempo. En caso contrario, podría ser necesario actuar ya en enero. Los ejemplares más significativos son los de las plazas del Concello y de Alfredo Brañas, así como el palmeral del paseo marítimo, con sus 33 árboles.

Durante la jornada de ayer, los operarios procedieron a administrar a todas las palmeras públicas una "ducha química". Es un tratamiento fitosanitario con insecticida, que se rocía desde la copa. El objetivo es matar los picudos -tanto adultos como en larva- y también prevenir un eventual asentamiento futuro.

Se estima que de una palmera enferma sin tratamiento pueden salir entre 500 y 1.000 picudos para colonizar otros ejemplares.

En opinión del técnico, si Galicia pretende deshacerse del picudo rojo tendrá que dar más facilidades a los particulares para tratar sus palmeras. Alega que a un particular cortar, transportar, y enterrar o quemar un árbol enfermo le cuesta entre 1.000 y 1.500 euros, "y hay mucha gente que no quiere o no puede gastarse ese dinero". Pero opina que hay que hacerlo, porque "si el Concello de Cambados cuida sus 58 palmeras, pero a un kilómetro hay una enferma sobre la que no se actúa, eso será un foco de infección constante". Hay casos en que la infección es tan grave, que ya no queda más remedio que talar.