"La lealtad y el respeto a los acuerdos son fundamentales para mantener una coalición de gobierno plural como la que tenemos en Cambados". Con esta frase arrancaba ayer el comunicado que el BNG emitió tras conocer el ultimátum de José Ramón Abal a la alcaldesa. Los nacionalistas no van a aceptar este tipo de "espectáculos y peleas de gallos, donde parece que hay más interés en salir en la foto y en aprovechar, de forma partidista, la labor del gobierno, que en trabajar conjuntamente en un proyecto que los cambadeses decidieron que fuese plural".

Reconocen desde las filas de la formación que lidera Víctor Caamaño que un gobierno así es difícil de gestionar, pero "fuimos capaces de introducir en el acuerdo de gobierno una comisión de seguimiento del mismo, algo a lo que tuvieron reticencias los otros tres grupos políticos". El propio BNG fue también el primero que solicitó la reunión de esa comisión, allá por el mes de noviembre, cuando se sintió ninguneado por José Ramón Abal, " y las circunstancias obligaron a mantener ese encuentro, para intentar solucionar los problemas existentes de funcionamiento y de usurpación de funciones". Desde la formación frentista aseguran que "seguimos proponiendo al resto de grupos la necesidad de coordinarnos y de mantener un respeto por las áreas de gobierno de cada uno, y sobre todo, una lealtad para con los compañeros del grupo de gobierno que ha acabado con los años de desgobierno, enchufismo y sectarismo del Partido Popular".

Por eso llama a la reflexión a las cuatro fuerzas políticas y a mantener una reunión con urgencia en la comisión de seguimiento del acuerdo, "pues debe ser ahí donde se expongan las discrepancias que podamos tener y donde busquemos las soluciones".

Recuerdan que ellos están en el gobierno de Cambados para trabajar "por los vecinos, y tenemos toda la disposición para mantener el pacto de gobierno, pero no vamos a aceptar un ultimátum ni actuaciones personalistas, que pongan en peligro un proyecto que ha ilusionado a la mayoría de cambadeses".