Los primeros vecinos que fueron el fuego fueron los de Fofán. Los segundos, probablemente fuesen los de Cobas, en Meaño. José Luis Telmo, que reside en este lugar, cuenta que vio el fuego sobre las nueve de la noche del domingo. "Se veían unas llamaradas impresionantes, y gente corriendo hacia todos lados". En ese momento, el viento tiraba hacia el norte, por lo que empujó rápidamente las llamas.

Durante la mañana de ayer subió con su pareja hacia el mirador de San Cibrán, una de las atalayas más privilegiadas de O Salnés para observar el valle y la ría. Estaban asomados a la barandilla, viendo una enorme mancha de terreno quemado. Junto a ellos se encontraba Julio Prieto, un joven de Armenteira que estuvo el domingo en la "zona cero" de los incendios, y que ayer se ofrecía como voluntario a echar una mano donde hiciese falta.