Una muerte traumática se produjo en la noche el domingo en el número 44 del barrio de Coirón (Dena), donde un vecino afincado en la localidad prendió fuego a su vivienda antes de, presuntamente, quitarse la vida.

Se trata de J. M. P., un varón de 55 años natural de Portonovo y que residía en esta vivienda meañesa, por cuanto estaba casado en Dena, matrimonio del que tiene un hijo mayor de edad.

Según las fuentes consultadas el vecino, que había trabajado como vigilante de parques marisqueros, padecía un trastorno psicológico por el que estaba recibiendo tratamiento especializado desde hacía tiempo.

Fue otro vecino de la localidad de Coirón quien alertó a Emergencias al ver un incendio cercano en las inmediaciones de su vivienda. Servicios del cuepor de Bomberos y de Protección Civil, que estaban centrados en las labores de sofocar un incendio entre Barrantes y Cobas, se desplazaron al lugar temiendo que se había producido otro de los muchos focos incendiarios que asolaron el domingo la geografía gallega, dada la cercanía de un pinar a la vivienda.

Pero al poco de adentrarse por el vial que comunica la PO-55 a la altura del lugar de Coirón con la vecina localidad de Xil comprobaron que lo que estaba ardiendo era, en realidad, una vivienda unifamiliar de planta baja y, aunque sofocaron el fuego, ésta quedó muy dañada.

Ya por entonces se había descubierto el cuerpo del varón bajo un árbol en la era de la vivienda.

El hombre, que se encontraba solo en su domicilio en ese instante y, siempre según las fuentes consultadas, antes de incendiar la vivienda y quitarse la vida, realizó una llamada a su mujer advirtiéndole de sus intenciones.

Fue ésta, que había salido un momento, quien se encontró con el cuerpo nada más acercarse a la vivienda en llamas, al poco que llegaban los vecinos y los servicios de emergencias para sofocar las llamas.