La mancomunidad de comunidades de montes de Vilagarcía reunió a primera hora de la noche de ayer a cerca de medio millar de personas en la Praza de Galicia, en un acto de repulsa contra la ola de incendios. Ante la ausencia por motivos personales del presidente de la entidad, Xurxo Abuín, fue la secretaria del colectivo de comuneros, María del Carmen Piñeiro, quien leyó el manifiesto. En él, acusó a la Xunta de Galicia de falta de previsión, y demandó apoyo real a las comunidades de montes para ir sustituyendo progresivamente el eucalipto por plantaciones de árboles autóctonos.

Piñeiro opina que la administración autonómica no estuvo a la altura de las circunstancias, pues según ella le faltó capacidad de previsión. "Galicia vive unas condiciones meteorológicas extraordinarias, pero no imprevisibles", manifestó. En este sentido, alega que la persistente sequía, la ola de calor de los últimos días, y los vientos de "Ophelia" hacían presagiar un riesgo muy elevado de incendios, que ya era real desde hace una semana en la provincia de Ourense. "Y sin embargo lo que se hizo fue reducir las franjas de protección, y despedir hace una semana a 500 efectivos antiincendios de Seaga".

La secretaria de la mancomunidad de comunidades de montes de Vilagarcía -que aglutina a buena parte de las entidades de este tipo del municipio, aunque no a todas- instó a la Xunta a poner en marcha "un gran pacto gallego en defensa del monte", que en su opinión debería articularse en medidas como la lucha contra la desertización del campo o el "monocultivo del eucalipto". Asimismo, ha reclamado medidas para evitar que las escorrentías de las cenizas provoquen los graves daños que ya se registraron en el otoño de 2006.

El acto comenzó con un minuto de silencio por las personas fallecidas el domingo, y terminó con los asistentes coreando el lema "Lumes, Nunca Máis".