La alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, descubrió ayer al mediodía una placa en la entrada del Museo do Viño de homenaje a Bernardino Quintanilla Álvarez, abogado que estuvo en el origen de la Festa do Albariño.

La regidora estuvo acompañada en el acto por varios descendientes de Quintanilla, entre ellos nietos y bisnietos. A la cabeza de ellos se encontraba una de sus hijas, María Victoria Quintanilla, que fue quien donó al Museo do Viño de Cambados parte de la documentación personal de su padre referente a la fiesta.

La Festa do Albariño se celebró por primera vez en 1953, a consecuencia de un desafío entre Bernardino Quintanilla y el bodeguero Ernesto Zárate. Ambos querían dilucidar quien de los dos hacía el mejor vino albariño, aunque al final no ganaría ninguno, pues el mejor caldo fue el presentado por José Rodiño, un agricultor de Meaño.

En la placa colocada ayer se dice de Quintanilla que fue el "ideólogo" de la fiesta, que es en la actualidad un evento que atrae a Cambados a unas 200.000 personas durante cinco días, generando un enorme impacto económico en la comarca. "Cambados le debía este homenaje", espetó Fátima Abal.

Abogado en Vigo

Bernardino Quintanilla Álvarez nació en Cambados en 1901 y murió en Vigo en 1957. Hijo del procurador de los tribunales Andrés Quintanilla Alonso -alcalde de Cambados en los años 20-, estudió Derecho por libre en Santiago, y fue juez en su villa natal en 1931.

No obstante, el grueso de su carrera profesional estuvo vinculada a la abogacía y a la ciudad de Vigo. Participó en la fundación del Colegio de Abogados de la ciudad olívica, y quienes le recuerdan destacan de él que incluso llevó casos sin cobrar nada a sus patrocinados cuando estos pasaban por dificultades económicas.

En Vigo fue conocido también en los círculos sociales por ser durante varios años el secretario del Club de Campo, pues jugaba al tenis y al ajedrez y nadaba con frecuencia.