Salvar zonas de libre marisqueo como Os Lombos do Ulla, antiguamente uno de los espacios comunes más importantes de la ría y de toda Galicia, pasa por implicar a las cofradías en su conservación mediante el diseño de un plan específico.
Esto es tanto como decir que los pósitos deben implicarse para cuidar las zonas comunes o de libre marisqueo existentes en la ría tal y como hacen con las autorizaciones que cada pósito tiene asignadas.
Esta es una vieja idea de la Consellería do Mar que ayer volvió a airear su titular, Rosa Quintana, a modo de respuesta a los patrones mayores que, ante el comienzo de la campaña de libre marisqueo -el 2 de octubre-, vuelven a poner el grito en el cielo por miedo a que Os Lombos do Ulla carezcan de almeja y berberecho suficiente.
Cabe explicar, para que el lector menos familiarizado con esta actividad pueda hacerse una idea, que las cofradías gestionan mediante diferentes planes de actuación las autorizaciones que tienen a su cargo, ajustándose a un calendario de faena, unos topes y tamaños.
Se encargan así no solo de extraer marisco, sino también de limpiar los bancos, sembrar y vigilar para evitar la acción de los furtivos. Pero en las zonas de libre marisqueo, como Os Lombos do Ulla, no sucede así ya que son de todos, y al mismo tiempo no son de nadie.
Lo que hacen los mariscadores de a flote a partir del 2 de octubre es dejar descansar sus autorizaciones para recoger bivalvos en esas zonas comunes de la ría.
Y claro, como no están igual de cuidadas que las autorizaciones, esas zonas parecen ir cada año a menos.
Esta es la reflexión que realiza una y otra vez la conselleira Rosa Quintana, quien ayer quiso "volver a animar al sector a desarrollar un plan específico de trabajo para el libre marisqueo en Os Lombos".
¿Pero por qué hace esta recomendación? Pues porque la consellería se quitaría un problema de encima y también "porque se funciona mucho mejor cuando se hace un plan conjunto de marisqueo y no cuando se trabaja única y exclusivamente con base en las reglas del libre marisqueo".
O dicho de otro modo, de forma más campechana: "Quizás lo que es de todos no es de nadie y por eso no se cuida tanto".
Parece claro el posicionamiento de la titular de Mar, convencida de que "las autorizaciones marisqueras que tiene cada cofradía evolucionan muy bien y por tanto Os Lombos do Ulla deberían evolucionar igual de bien si se desplegara un plan conjunto de explotación".
Dicho esto, y a modo de previsión de lo que puede suceder en la campaña que comienza el 2 de octubre, Rosa Quintana explica que antes de que comience "los técnicos harán una evaluación y se verá si hay producción o no". En cualquier caso sabe que "también el año pasado" algunos patrones mayores "pensaban que iba a ser una mala campaña y sin embargo había más marisco del que esperaban, por lo que confiamos en que también este año podamos obtener buenos resultados".
