Hacer submarinismo o snorkel en la ría de Arousa es un auténtico lujo -cada vez al alcance de más gente- que permite descubrir un auténtico paraíso para muchos absolutamente inimaginable.
Los pescadores profesionales que se dedican a la extracción de erizo de mar, navaja, anémona y otros productos mediante buceo en apnea o con suministro de aire desde superficie ya saben de la riqueza que se esconde en las aguas arousanas.
Ello lo saben los pescadores deportivos y los aficionados a la naturaleza que se sumergen para deleitarse con el espectáculo de los bancos de peces, los prados de algas, llamativos corales, colonias de esponjas y todo tipo de especies animales o vegetales.
El entorno rocoso de con Negro y toda la costa de San Vicente de O Grove, los alrededores de islas como Sálvora, Rúa, Areoso y tantas otras, el litoral de A Illa y, en general, toda la ría de Arousa, ofrecen infinidad de posibilidades para quienes aspiran a descubrir un mundo sumergido a veces impactante.
Una despensa natural
Al igual que muchos disfrutan de ese encanto buceando entre bateas, observando bien de cerca las cuerdas en las que se cría mejillón y ostra, convertidas en una auténtica despensa para todo tipo de peces y crustáceos, como también para los mamíferos marinos.
Es tal la riqueza "ahí abajo" que cada vez son más los que deciden enfundarse el traje de neopreno para pasar el máximo tiempo posible buceando entre peces, cefalópodos, crustáceos y algas.
"Es enorme la riqueza que tenemos en la ría de Arousa", sostiene un profesional del submarinismo como Manuel Ramón Aguiño Domínguez, miembro de Buceadores sin Fronteras y de la organización internacional Nautic-Service.
Tanto por razones profesionales -realiza todo tipo de trabajos acuáticos- como por auténtica devoción -es un enamorado de la ría-, él es uno de los submarinistas que con frecuencia toman el pulso a estas aguas, de ahí que la suya sea una voz autorizada cuando destaca la rica biodiversidad del ecosistema arousano, pero también cuando alerta sobre la proliferación de vertidos de todo tipo en ellas.
De ello da cuenta periódicamente a través de las redes sociales, pero también ahora que cuenta a FARO DE VIGO que en las profundidades de la ría "hay mucho que ver y que disfrutar".
No es Australia
Y no es, ni mucho menos, el único que opina de este modo. Hace ya una década Rafael Sanmartín, un visitador médico de profesión que ejercía como fotógrafo submarino por afición, presentaba una muestra fotográfica con instantáneas realmente espectaculares tomadas en los fondos marinos.
A raíz de aquella exposición declaraba: "A veces me preguntan si una fotografía fue tomada en Australia, en el Caribe o en cualquier otra parte del mundo, pues llaman la atención el color, los corales, las anémonas y otros aspectos; yo les digo que no, que son fotografías capturadas aquí mismo, en aguas de O Grove". Lo que sucede, esgrimía, es que "muchas veces la gente se cree que la riqueza y biodiversidad de los fondos marinos se encuentra muy lejos, en los mares tropicales y otras partes del mundo, pero no es así, pues sin salir de aquí también podemos encontrar fabulosas imágenes y paisajes submarinos, en ocasiones sin apartarnos de la playa en la que cualquiera puede zambullirse a diario sin reparar en la riqueza que esconde".
