Ahora que se cumplen diez años de funcionamiento en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia bueno es reiterar que su razón de ser es la calidad del producto suministrado al consumidor. Y precisamente en pro de esa calidad y para diferenciar al molusco amparado el Consello Regulador realizó el pasado año cerca de 20.000 controles, tanto en las zonas de descarga como en diferentes tipos de industrias o puntos de venta.

Esto sirvió para controlar el producto cultivado en un promedio de 1.200 bateas, realizándose concretamente un total de 13.960 controles de calidad comercial, lo que supuso un incremento del 22% respecto a 2015, y 5.740 controles de calidad en base a los parámetros que marca la DOP Mexillón de Galicia, en este caso con un aumento del 30% respecto al año precedente.

Pero eso no es todo, ya que en el proceso de certificación del "oro negro" de batea amparado con la marca Mexillón de Galicia el Consello Regulador tiene delegadas las competencias a la firma Bureau Veritas, encargada de efectuar en 2016 un total de 78 auditorías a empresas y 317 en bateas y entre productores, lo que constituye un incremento del 20% y del 25%, respectivamente, en relación con 2015.

Fue así como la DOP certificó el último año alrededor de 6,2 millones de kilos de mejillón destinado al mercado de fresco y 32,5 millones de kilos para transformación.

Esas cantidades, hay que insistir, se refieren a molusco certificado, es decir, diferenciado con el marchamo de calidad.

Para seleccionar ese producto y ponerle la etiqueta fue preciso controlar previamente en puerto más de 83 millones de kilos, de los cuales 28 millones correspondieron al producto suministrado en fresco y la cantidad restante al enviado al sector industrial.

Es de este modo como Mexillón de Galicia fomenta y garantiza la calidad del molusco de batea, actuando con su "riguroso sistema de control" tanto en las actividades propias del ciclo de cultivo como en la elaboración el producto, su transformación y distribución, "ofreciendo así al consumidor un producto acorde con sus expectativas y exigencias".

En el Consello, presidido por Francisco Alcalde, inciden en que "el control del origen y de la calidad del producto comienza con la realización de auditorías en las bateas".

Al mismo tiempo se sitúan unidades de control en todos los muelles autorizados para la descarga, de tal manera que el personal técnico encargado de ese control y certificación de molusco "supervisa cada una de las descargas que se realizan en esos puertos".

Otra de las funciones del Consello Regulador Mexillón de Galicia es "auditar la cadena de custodia en las empresas de elaboración y transformación y hacer inspecciones aleatorias de producto en el mercado".

Explican en dicho órgano que "los controles establecidos son la base de todo el sistema de certificación de producto -subcontratado a Bureau Veritas Certification-, que es un proceso dinámico y permanente, de manera que cuando los resultados son favorables y garantizan la calidad y el origen del mejillón se produce la certificación conforme la norma de calidad ISO-17065".

En ese sistema de control interviene igualmente el Departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación del propio Consello Regulador, dirigido por Ángeles Longa y dotado de un laboratorio propio cuya labor es "determinante" en la fase final de control, "ya que está capacitado para identificar genéticamente las especies de mejillón de todo el mundo y, por lo tanto, para autentificar el contenido de los envases de productos de mejillón", tanto si son preparados en diferentes presentaciones como en conserva o en fresco.