El consumo de agua en Vilagarcía de Arousa durante este mes ha disminuido por primera vez desde los últimos tres años, quedando por debajo de los 300.000 metros cúbicos, a pesar del incremento de visitantes al municipio. Entre los principales factores que han incidido, en este comportamiento cabe destacar que ha sido un agosto menos caluroso que otros años y que el gobierno municipal tomó medidas como la reducción del riego de los jardines y el vacado de las fuentes ornamentales.
Los datos aportados por la empresa concesionaria del suministro de agua, Espina y Delfín, indican que en agosto de 2015 el consumo fue de 303.143 metros cúbicos, con una fluidez de 113 litros por segundo. En el mismo período de 2016 la demanda del líquido vital se disparó hasta llegar a los 306.836 metros cúbicos, lo que supuso un reparto de 115 litros por segundo. Agosto está a punto de acabar y se registraron 294.694 metros cúbicos de agua consumida (110 litros por segundo).
La disminución también fue significativa en el mes de julio con respecto a iguales períodos de años anteriores, ya que este período acabó con 280.010 metros cúbicos de suministro frente a los 301.480 de 2016 o los 313.754 metros cúbicos de 2015.
En la actualidad la captación de agua se realiza íntegramente del río Umia debido al bajo caudal del embalse de Castroagudín que se encuentra a un 20% de su capacidad. No es la primera vez que esto ocurre, los aumentos del consumo en verano y el bajo nivel del embalse obligan a recurrir a la captación del Umia. Cabe destacar que la pequeña presa del río de O Con ofrece un agua de mejor calidad, por lo reduce el trabajo de depuración, pero al ser su tamaño reducido su disponibilidad está condicionada a las épocas de lluvias para su llenado, y este año la sequía en Galicia es notoria.
El ayuntamiento de Vilagarcía cuenta con tres diferentes puntos de captación de agua ya que al embalse de Castroagudín (cuando está lleno en invierno) y al río Umia (que es desde hace años su principal fuente) se le suma la traída desde el río Ulla por Bamio, a través de Catoira, gracias a un convenio con la mancomunidad. Esta ha sido la última conexión realizada por el Concello y aún no se ha estrenado porque los sistemas habituales de suministro resultan suficientes para dar servicio a los vecinos del municipio.
De momento el abastecimiento de agua a los vilagarcianos no solo es suficiente, sino que incluso se ha autorizado al vecino municipio de Portas, que sí estuvo en situación de emergencia, a abastecerse de la red municipal de Vilagarcía.
Durante cinco días consecutivos, camiones cisterna del concello de Portas captaron un total de 1.075 metros cúbicos de agua a través de un hidrante ubicado en el polígono de Trabanca Badiña. Esta cantidad no fue significativa para Vilagarcía, según resaltan fuentes municipales, pero ha servido para ayudar a superar la crisis a los vecinos de Portas hasta que resolvieron su problema bajando la cota de su captación para llegar al agua.
