Aunque la franja de edad mayoritaria entre las emigraciones e inmigraciones es, con diferencia a las demás, la comprendida entre los 30 y 54 años, la que protagonizan los jóvenes de 16 a 29 años también es cuantiosa. Así las cosas, según el balance de movimientos migratorios del Instituto Galego de Estadística (IGE), el año pasado abandonaron O Salnés un total de 695 adolescentes y veinteañeros, de los cuales la inmensa mayoría (453 para ser exactos) siguieron quedándose en Galicia. A otras comunidades autónomas se desplazaron 163 jóvenes y al extranjero, 79.
Con respecto a los "nuevos residentes" de O Salnés de entre 16 y 29 años, sumaron 709, de los cuales 463 procedían de otros municipios gallegos, 132 de otras autonomías del conjunto del Estado y 114 de otros países.
Coincide tanto en las emigraciones como en las inmigraciones que son más numerosos los cambios de residencia de ciudadanos menores de 16 años que de los mayores de 55. Y es que las familias que cambian su residencia se llevan consigo a sus hijos, mientras que los adultos en edades avanzadas son más reacios a iniciar una nueva vida en otra ciudad, es decir, que protagonizan menos mudanzas.
Vilagarcía sigue la tendencia del conjunto de O Salnés al dar de alta en el padrón municipal a más jóvenes de los que se van a otras comarcas, provincias, comunidades autónomas o países. Son 267 frente a 245.
