La obra de Francisco Pazos ya había visitado el municipio hace un año gracias a una exposición sobre el Camino de Santiago, que tuvo lugar durante la Festa do Marisco. Pero la idea de adquirirla rondaba en la cabeza de los miembros del ejecutivo mucho antes.

En el momento que se alquiló para formar parte de la muestra "se negoció también la posibilidad de compra", indicaba la concejala de Turismo.

Así que después de haber visitado el taller del escultor consiguieron finalmente traerla hasta el municipio, donde están seguros que se convertirá en una referencia en la ruta marítimo fluvial.

Pazos se desplazó estos días a la localidad para supervisar la colocación del cruceiro, que fue instalado encima de una de las piedras del entorno con la ayuda de una grúa. Hizo falta un buen despliegue para instalar por partes la preciada escultura, bajo la atenta mirada de los vecinos del barrio, satisfechos con el acondicionamiento de Cantodorxo.