La Triple Corona Illas Atlánticas, además de ser una exigente prueba deportiva tendrá en esta ocasión un tinte solidario, que aportarán tres de sus participantes: Juan Jesús Castro, Juan Manuel Balsera y Álvaro Maldonado, que tienen como reto cubrir los 28 kilómetros que separan la isla de Sálvora de la Playa de Compostela para ayudar a las personas que sufren la enfermedad de distrofia muscular de Duchenne, una afección degenerativa con un esperanza de vida bastante reducida.
La iniciativa, que pretende recaudar 5.000 euros, lo hace a través de Mi grano de arena, una plataforma de crowfunding solidario. En este momento ya se han superado los 2.000 euros y se espera que los donativos sigan subiendo, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Para Maldonado, uno de los tres nadadores, es su segunda competición solidaria, la primera de ellas fue en La Bocaina, una travesía de 15 kilómetros a nado entre Formentera y Lanzarote. Superar los 57 kilómetros en las tres rías gallegas, es su gran reto deportivo, después de haber nadado la travesía de Ons y Cíes se enfrenta ahora a Sálvora, una prueba que realizará con gusto para contribuir a la investigación por la enfermedad.
Maldonado es nadador aficionado, y que le gustan los retos, pero que la vinculación con Duchenne le llega por parte de una compañera de trabajo que tiene un hijo con la enfermedad, Nicolás, "realmente es algo que me emociona, sobre todo el coraje de los padres y la lucha que llevan a cabo", dice. Asegura que es bonito y duro a la vez, "sobre todo cuando conoces a los afectados, en este caso niños, que te consideran un poco como sus héroes particulares", comenta. Pero a la vez eso y los mensajes de apoyo que les llegan desde la plataforma les motivan, "es como si todos ellos se metieran con nosotros en el agua".
Los tres nadadores confiesan que toda ayuda es poca, y por eso realizan también otras acciones para alcanzar el mayor importe posible. En la travesía de La Bocaina llegaron a alcanzar 5.800 euros. Balsera y Castro, conocen a otro afectado por esta enfermedad degenerativa, Alonso, un compañero del club de natación, por eso, el vínculo emocional es aún mayor. En la primera prueba, Maldonado incluso salió del agua llorando a moco tendido.
En su afán por ayudar, Juan Jesús Castro, que se casa próximamente, destinará una parte de los regalos de su boda a los fondos para la investigación, "un hecho que me parece totalmente admirable", comenta Maldonado.
Las familias a las que ayudan desinteresadamente estos tres deportistas se sienten tremendamente agradecidas con ellos, "aunque no solo va dirigida a ellas, la ayuda es a todos los enfermos con distrofia muscular de este tipo", señala el nadador.
En una ocasión la hermana de Nicolás le dijo "Álvaro nada todo lo que puedas para que mi hermano se cure", peticiones a las que es muy difícil hacer oídos sordos si tienes algo de corazón, algo que comparten los tres participantes en la prueba deportiva, que culminarán su hazaña el 2 de septiembre en aguas del Atlántico.
