Cuando Vilanova empezó a celebrar la Festa do Mexillón e o Berberecho, a finales de la década de los 90, ambos productos abundaban en la ría de Arousa. Hoy, 23 años después, la carestía del berberecho lo ha convertido en un artículo casi de lujo. Y eso se ha notado en la fiesta de Vilanova. Desde que el jueves pasado abrió la carpa gastronómica en el Jardín Umbrío y hasta ayer, se sirvieron más de 15.000 kilos de mejillón -que era la cifra prevista en el escenario más optimista-, pero los platos de berberecho salieron a cuentagotas. ¿La razón? Su precio.

En las cercanías de la caseta donde se compraban los tiques había un pequeño cartel con los precios de los productos que se vendían en la carpa. Y en él aparecían los berberecho a cinco euros la ración. Pero cuando vecinos y visitantes se acercaban a pedir una ración de este bivalvo les explicaban que tendrían que cobrárselas a nueve euros. Más de uno decidió entonces probar la empanada, la paella de mariscos o pedir otro plato de mejillones.

"Al principio sí que teníamos pensado cobrar los berberecho a cinco euros, pero es que cuando fuimos a comprarlos a la lonja nos salieron a casi 20 euros el kilo, y así era imposible mantener ese precio", sostiene el presidente del club de fútbol Chispa, al que irán destinados los beneficios de la explotación de la carpa.

"El año próximo, si seguimos con la carpa, intentaremos hacerlo de otra manera para que no se nos dispare el precio y la gente pueda probar el berberecho. Lo cogeremos un par de meses antes y lo tendremos en una cetárea hasta que comience la fiesta", añade Resúa.

En el precio del berberecho influyen dos factores. Por un lado, que apenas hay en la ría de Arousa, donde hace unos años empezó una terrible mortandad originada por el parásito Marteilia. Además, estos días se celebran fiestas en docenas de parroquias de la comarca, lo que unido a la llegada masiva de turistas motiva que el precio de algunos mariscos se dispare.

Sea como fuere, el presidente del club de fútbol de Corón hace un balance positivo del funcionamiento de la carpa gastronómica de la Festa do Mexillón e o Berberecho. "Hubo bastante gente, y las atracciones ayudaron mucho. La tarde-noche del concierto de Panorama fue una invasión y hoy (por ayer) con la procesión del Carmen y el espectáculo de Touriñán creo que aún será mejor. Ojalá el año que viene podamos repetir con la carpa", sentenció.

Medallas de oro y brillantes

La Festa do Mexillón e o Berberecho de Vilanova empezó el jueves y terminó ayer. El acto institucional central fue la lectura del pregón y imposición de las medallas de oro y brillantes.

El acto no fue este año en el balcón de la casa consistorial, como acostumbra, sino en el porche inferior, frente a la puerta de entrada a la Policía Local. El objetivo era que el acto resultase más cercano a los vecinos, explicaron fuentes municipales. El protagonista indiscutible del acto fue el cardenal Antonio María Rouco Varela, natural de Vilalba (Lugo).

Rouco Varela ofició antes en la iglesia parroquial la misa del Carmen, que Vilanova hizo coincidir este año por primera vez con el día grande de la Festa do Mexillón e o Berberecho precisamente para que pudiese acudir el cardenal tanto a la misa como a la procesión marítima, que se celebró por la tarde.

Siendo arzobispo de Santiago, Rouco Varela consagró la capilla de As Travesas, en Vilanova. En su día fue también el responsable de la llegada a Vilanova del sacerdote Antonio Sineiro, que fue precisamente quien le impuso la medalla de oro y brillantes de la fiesta.