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Francisco Pazos, profeta en su tierra

Su obra se expone en el Pazo de Lis

El escultor Francisco Pazos. // Iñaki Abella

Bajo el título "Diversidades homoxéneas II", la muestra continúa la primera parte de la exposición que acogió en la pasada primavera el Pazo de Torrado en Cambados. La muestra ofrece un total de 13 piezas, 9 de ellas esculturas y 4 cuadros sobre madera, todas ello obra de pequeño volumen y peso ligero, para adecuarla así a una sala de dimensiones modestas y cuyo suelo se sostiene únicamente sobre madera.

"Exponer en mi tierra tiene un aliciente añadido -reconocía Fracisco Pazos tras aceptar la propuesta del concello para llevar su obra al Pazo de Lis-, porque a uno siempre le gusta ser reconocido allí donde ha nacido, y a mí siempre me ha hecho especial ilusión que sean personas cercanas, de aquí de la comarca, las que se acerquen y se interesen por mi obra".

La etnografía y lo rural, tan presente en su primera etapa, se funden de su mano con lo contemporáneo, en una mezcla de materiales nobles y modernos que se fusionan con maestría en él, como en pocos. Desde la línea curva, tan apegada a la tradición y presente en dos piezas en madera de la muestra, hasta la línea recta, que evoca lo urbano, o el acero cortén que es el material con el que experimenta en la última década, y donde juega con la forma y la luz. La muestra presenta piezas representativas de estos estilos suyos a la par tan diversos, desde unas concebidas e finales de los 90 hasta la más reciente, una pequeña pieza en acero cortén, creada hace tan sólo dos meses y no se había expuesto hasta la fecha.

"Hay dos cosas que me cuestan siempre -admite Francisco Pazos-, una es la de poner títulos a la obra, porque nunca creo a partir de una palabra o de un título, por lo que en mi caso, el nombre siempre es después de la criatura? Y como me cuesta tanto, muchas de mis obras va sin título, así tampoco condiciono al espectador en su interpretación de la obra".

"Y la segunda -añade- me sucede cuando tengo que seleccionar obra para una exposición individual como éste: me cuesta dar con obra que tenga cierta homogeneidad y un nexo de conexión, para que no parezca que la exposición sea fruto de varios artistas".

El tirón de Francisco Pazos sigue creciendo, y cada vez más en el exterior. Lo último ha sido la venta de una de su obras, ésta en acero cortén, de 2,60 metros de alto, que le fue adquirida para una de las colecciones privadas más importantes de Europa. Se trata de la colección personal de un gran empresario que posee en Mallorca una extensión de más de 120 hectáreas destinada al arte y que tiene en su haber unas 2.000 obras al aire libre. Tal ha sido el interés que el coleccionista ha mostrado en su obra que mismo estos días ha recibido otra propuesta para sumar una segunda obra a la colección del potentado.

Aunque el escultor meañés cuenta con alguna obra pública en Meaño -en la plazoleta del concello, en Os Agros, en el alto de San Cibrán o en Pousada de Cobas- falta obra suya de calado en espacios abiertos. La alcaldesa Lourdes Ucha se limitaba a sonreír cuando se le sugería vestir con alguna obra las rotondas de salida de la autovía en Meaño, faltas de un icono de identidad que reciba al visitante cuando accede por la principal arteria que comunica el municipio con el exterior.

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