| Tal y como estaba previsto, la plaza de Fefiñáns se quedó pequeña para el concierto que los Heredeiros da Crus ofrecieron el sábado por la noche. Su actuación fue de las que quedan para el recuerdo, con Tonhito de Poi disfrazado de vikingo o Elvis Presley, con los músicos llevándose los unos a los otros en carretilla o mojando al público con una sulfatadora. No faltó el momento en el que el público llevó en volandas al cantante del grupo de Ribeira, o en el que todo el público encendió al mismo tiempo las linternas de sus teléfonos móviles, emulando los mecheros. En otros aspectos de la fiesta, el Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas hizo un balance positivo del Túnel del Vino, que también alcanzó su récord de asistencia, al congregar a unas 700 personas en el salón José Peña. También hubo catas temáticas de los caldos de 11 bodegas.
