Mariano Rajoy inició ayer sus vacaciones en Galicia, aunque podría finalizarlas antes de lo previsto según avance la situación en Cataluña. El presidente del Gobierno fue fiel a su paseo matutino - esta vez por un sendero a orillas del Umia, en Ponte Arnelas-, donde atendió a numerosos medios de comunicación que aguardaban las palabras del mandatario sobre la resolución del Constitucional que declara ilícita la consulta soberanista.

"No habrá referéndum el día 1 de octubre", aseveró el presidente en Ribadumia, donde pasará los próximos días pendiente de una posible interrupción de su descanso. "Ayer hubo una noticia positiva, el Tribunal Constitucional dijo que no se podía en 24 horas aprobar la ley y convocar un referéndum, que es ilegal", sentenció. Sin embargo, señaló que "no es imposible" la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros el próximo 16 de agosto si finalmente el Parlamento catalán decide admitir a trámite la proposición de ley para la celebración del referéndum soberanista.

"En principio, yo no lo descarto", valoró Rajoy y añadió que la próxima reunión de su gabinete está prevista para el 25 de agosto, aunque "es posible que pueda haber uno antes", pero "no está decidido todavía".

Además del desafío catalán, en la agenda del presidente está marcada la reunión con Felipe VI el próximo día 7 en Palma de Mallorca. Con respecto al resto de jornadas, señaló que "intentaremos descansar" y anunció que procuraría "visitar unos cuantos concellos en Galicia, al menos uno por provincia".

También en Ribadumia el presidente del Gobierno calificó de "excelente" la cifra de 644.337 nuevos empleados registrados en el último año en el país y se mostró convencido de que se va en la dirección de conseguir los veinte millones de personas trabajando en 2020, como se había propuesto el PP.