Después de un 2016 francamente positivo para el sector mejillonero en Galicia, el presente ejercicio va a resultar "flojo", y desde luego la campaña extractiva será "corta", tal y como indican productores y transformadores.

Aunque parezca un contrasentido, la ausencia de episodios tóxicos importantes durante el pasado invierno y la primavera constituyen la razón fundamental de la aparente "escasez" de producto.

Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que cuando se produce el llamado afloramiento primaveral -con la llegada de fuertes corrientes y abundancia de nutrientes desde la plataforma continental- se introducen en las rías gallegas ingentes cantidades de fitoplancton que aunque llegue a ellas como portador de biotoxinas marinas representa un aporte indispensable para garantizar el desarrollo de las diferentes especies de moluscos bivalvos.

Dicho de otro modo, la llegada de células tóxicas a las rías está ligada a la riqueza de las mismas, y si la pasada primavera su presencia resultó escasa fue debido a que el fitoplancton, el alimento que necesitaba el mejillón para empezar a desarrollarse en condiciones óptimas, también escaseó.

Y eso no es todo. Cuando se producen los temporales intensos, que en ocasiones pueden producir desprendimientos en las cuerdas, el mejillón tiende a sujetarse con más fuerza a las mismas. Pero dado que en invierno y primavera no sufrió especialmente esa amenaza, el molusco se "relajó" y no se sujetó con intensidad necesaria, de ahí que ahora acumule fango en su raíz, lo que hace que se pudra y se caiga al fondo de las rías con facilidad para pudrirse allí.

Como también hay que tener en cuenta que tras el tirón de los mercados en 2016 y el retraso en el crecimiento del producto en este 2017, la campaña está sensiblemente alterada en cuanto a períodos de actividad, por lo que puede decirse que se extrae ahora el producto que tendría que sacarse en octubre.

¿Qué quiere decir todo esto? Pues que si bien el mejillón tiende a engordar y ganar en rendimiento, lo hace muy poco a poco, y ante la escasez detectada nadie duda de que la campaña va a terminar pronto.

En estas apreciaciones coinciden bateeiros, depuradores, cocederos y conserveras, sabedores de que este año van a tener "muy poco margen de maniobra".

Para entender mejor la situación puede indicarse que a estas alturas la campaña de fresco -la que llevan a cabo las depuradoras, que distribuyen el producto en toda España y países como Francia e Italia- se desarrolla "a medio gas", con un "oro negro de batea" cuyo rendimiento presenta enormes altibajos, dependiendo de la zona de extracción.

También empezaron a trabajar algunos cocederos y conserveras, pero en realidad esta campaña, la de industria, no podrá darse por lanzada hasta finales del presente mes e incluso principios de septiembre.

Tanto es así que se da el caso de alguna empresa conservera que empezó hace días a trabajar mejillón y decidió interrumpir el proceso por no tener garantizada la calidad deseada para sus viandas.

Del mismo modo, el Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia inició el proceso de certificación en puerto para el mejillón fresco, imponiendo su sello de garantía solo al producto que alcanza "el nivel de calidad exigible para ser certificado, y que por tanto se encuentra en un momento óptimo para su consumo".

En este órgano, presidido por Francisco Alcalde, detallan que "a partir de esta fecha el producto podrá ser adquirido en pescaderías con el sello Mexillón de Galicia", el mismo que diferencia a este "alimento único y de una calidad superior avalada por los rigurosos controles llevados a cabo a lo largo del proceso de cría".

Desde la depuradora Mariscos Sálvora, en Vilaxoán (Vilagarcía), detallan que "la campaña arrancó el mes pasado, aunque muy poco a poco; se vende bien para fresco, pero está claro que el producto tiene que ganar aún mucho en rendimiento después de que la ausencia de afloramientos limitara su desarrollo".

En dicha empresa inciden en que "no hay ningún polígono bateeiro cerrado por biotoxinas, lo que indica la ausencia de plancton que explica por qué el mejillón no engordó". A lo que añaden que "los propios bateeiros nos dicen que está flojo y que no se agarró bien a las cuerdas, por lo que hay importantes pérdidas".

Esos productores consultados manifiestan que "la campaña está en marcha, aunque a medio gas, porque el mejillón no estaba hasta ahora a la altura y está cogiendo carne todavía".

Es cierto que "en las zonas donde empezó a engordar los cocederos están trabajando", pero también lo es que "hay polígonos que normalmente estarían trabajando pero están parados a la espera de que el producto engorde".

A su vez en la depuradora Remagro (O Grove) apostillan que "el hecho de que no se produjeran afloramientos impidió que el mejillón engordara lo suficiente y evita que podamos disponer de toda la producción deseada, ya que hay zonas con bajo porcentaje de rendimiento".