Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Programa infantil en las fiestas de San Fidel en Carril

San Fidel, además de procesiones, trae consigo espuma y carreras de barcaños

Los niños disfrutaron de una programación especial repleta de juegos y mucha diversión

Más de un centenar de personas acudieron a la playa de A Covacha de Carril para disfrutar de un espléndido día de sol donde los niños de Carril fueron los protagonistas de la tarde.

Con motivo de las fiestas de San Fidel, la playa carrilexa acogió una gran algarada con espuma y la ya tradicional regata de barcaños, donde los más pequeños pudieron navegar en unas embarcaciones creadas con cajas destinadas a la recogida de mejillones.

A las 17.30 el cañón situado en la parte superior de la playa convirtió el arenal en una gran nube blanca donde los niños, y los que no lo son tanto, se pudieron sumergir y comenzar una gran guerra de espuma. "Aunque sea una fiesta principalmente para niños queda claro que aquí todos nos lo pasamos bien" asegura entre risas la carrilexa Patricia Giménez, quien además insiste en la necesidad de "agradecer enormemente a los vecinos que hacen posible esta fiesta".

Los niños más previsores acudieron a la fiesta con zapatillas antideslizantes y gafas de buceo para evitar que la espuma les entrase en los ojos. Por suerte para los demás, tenían el mar a escasos metros para darse un chapuzón y quitarse los restos blancos del cuerpo.

Regata tradicional

La carrera de barcaños es una tradición muy antigua que ha sido recuperada hace poco menos de 10 años e introducida en el programa de las fiestas de San Fidel.

Se trata de una regata donde las seis embarcaciones utilizadas, que vienen a ser una especie de cajones de madera, corresponden a un instrumento tradicional cuya única función era la de almacenar los mejillones.

Sin embargo, la función de ocio que desempeñan hoy en día no es reciente, sino una tradición con muchos años a sus espaldas, cuando los hijos de los marineros locales se divertían reconvirtiendo estos recipientes en improvisadas barcas. A pesar de esto, las barcas que utilizaron en estas últimas regatas "fueron construídas especialmente para esta actividad, solo una de ellas fue usada realmente para recoger mejillones"asegura Eduardo Costa, organizador de la carrera.

Durante la regata, los niños en grupos de dos o incluso hasta tres, se emplearon a fondo para remar con todas sus fuerzas y llevar su embarcación hasta la boya instalada frente a la línea de costa. Pese al esfuerzo, no importaba quien resultase ganador, sino participar, hacer amigos y divertirse.

Compartir el artículo

stats