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La curiosidad por la siega del trigo

Niños y mayores se reunieron en Ferreirós (Valga) para participar del aprendizaje

Distintas generaciones de valgueses se unieron ayer para celebrar la siega del trigo, y lo hicieron de la mejor manera que saben, trabajando. El lugar de Ferreirós, en la parroquia de Cordeiro fue testigo, un año más de una de las tradiciones agrarias más arraigadas en el municipio. Es el noveno año en el que se celebra el Encontro Interxeracional, una actividad para fomentar la convivencia entre los vecinos a través de la memoria y la experiencia, en la que colaboraron los colectivos A Eira, Axentiva, Asdivalu y la asociación de mujeres rurales Albor.

Los que más disfrutaron con la siega fueron sin lugar a dudas los niños de la Escuela de Verano de la localidad, que divididos en grupos escucharon atentamente las explicaciones de los mayores sobre las labores de labranza. Les llamó la atención que la siega se hiciese de manera manual, y con una guadaña, una tarea que resultó fácil pues el trigo no había crecido mucho debido a la escasez de lluvia de este invierno.

Una docena de personas mayores, entre ellas Lola Carril y Paco Oubiña, ejercieron de maestros con los pequeños. Oubiña explicaba que la recogida del trigo no se centraba solamente en segar y luego atarlo, sino que "había que tapar las espigas durante un día para al día siguiente ponerlas a secar, Una vez puestas al sol, el trigo abría.

Otra de las maestras de la siega, Esther Barreiro, cuenta que lo mejor venía después , con la malla, "lo pasábamos de maravilla". La siega era ante todo una fiesta entre los vecinos, donde se llevaban comida y productos elaborados con el propio trigo, como por ejemplo el pan. Los mayores lo recuerdan con nostalgia, pues antes había muchas fiestas en las aldeas de este tipo, y con la llegada de la vida moderna "todo se ha ido perdiendo", señalan melancólicos. Una vez finalizadas las explicaciones, los atados de trigo fueron llevados al recinto del colegio de Cordeiro, donde próximamente se realizará la malla. El día terminó con una comilona a la sombra de las viñas en la que hubo chorizo, empanadas y sardinas.

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