El "Encontro co Viño de Autor" pide desatarse el corsé que le impide crecer, y hasta lo ahoga en los últimos años. El "vino", en vez de "albariño" en su nombre es, 20 años después, un vocablo que le otorga potencial para erigirse, no en una fiesta del albariño -cuya bandera enarbola Cambados-, sino en una fiesta del vino "de autor" de los caldos gallegos, que ponga en el escaparate meañés representación de vinos de bodegas artesanas, blancos y tintos, de las cinco denominaciones de origen de la Comunidad. Ese giro es un espacio vacío a conquistar. Pero lo que algunos temen como competencia, otros, más avezados, lo interpretan como oportunidad.

Y es que el "Viño de Autor", que en su primera edición de 1998 concurría con veintidós albariños artesanos a una cata digna en cuanto a elenco, ha venido mermando hasta los ocho de esta edición. Sin más recorrido, el Encontro agota su tiempo.

Se mantuvo ya este año, más que nunca sobre la campana, merced a un golpe de riñón de la organización más el plus demandado al concello, pero también merced a un público fiel, que repite jornada sí y jornada también, para dar oxígeno a la fiesta. No por mucho tiempo. Amén gracias