En España hay 32 ayuntamientos en riesgo de insolvencia, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Y solo uno de ellos es gallego. Se trata de Vilanova. El municipio arousano figura a menudo en relaciones de administraciones municipales en dificultades económicas, como las que realizan el Tribunal de Contas o el departamento homólogo gallego, el Consello de Contas. Pero el alcalde, Gonzalo Durán, resta importancia al informe, "porque hace referencia a ejercicios ya pasados".

Según el regidor, la situación económica de Vilanova mejora a pasos cortos, pero seguros, "y el año pasado ya dio un remanente de tesorería positivo". Por ello, lanza un mensaje de tranquilidad tanto a vecinos como a proveedores. "Ya están tranquilos, porque saben que estamos cumpliendo el Plan de Ajuste. El riesgo de insolvencia, en estos momentos no existe".

La Airef es una agencia que vela por el estado de las cuentas públicas, y el miércoles publicó un extenso informe sobre los municipios "en riesgo de sostenibilidad financiera". Hay un total de 32, incluidas cuatro capitales de provincia, tres andaluzas y una castellano-manchega. Se trata de poblaciones que superan una ratio de deuda mayor del 75 por ciento con respecto a sus ingresos corrientes, por lo que necesitan del permiso del Ministerio de Hacienda para poder emitir más deuda.

Además, los concellos en riesgo de no poder pagar sus obligaciones también arrojan resultados negativos en al menos dos de los cuatro indicadores que se utilizan: el déficit, el remanente de tesorería, el periodo medio de pago a proveedores, y el cumplimiento de los plazos de información a Hacienda.

Posteriormente, se bareman todos esos aspectos y se clasifica el nivel de riesgo entre "muy alto", "alto", y "bajo o moderado". Es en este último apartado donde aparece Vilanova. Una situación delicada, pero que según el alcalde de Vilanova no les preocupa especialmente "porque la situación está mejorando". "Contamos con una interventora nueva, y tras revisar el Plan de Ajuste dijo que vamos bien".

Una visión optimista que no comparte en absoluto la oposición. La exconcejala y miembro de la dirección local del BNG, Carmela Alfonso, sugiere que "en Vilanova se hace una gestión económica nefasta". "Durante los ocho años que eché en la corporación fue siempre lo mismo: déficit tras déficit". Acusa a Durán de "dejar prescribir" pequeñas facturas por valor de un millón de euros y de maquillar las subidas de tasas con trucos. "Antes la basura se pagaba cada cuatro meses. Ahora se paga menos, pero el recibo se pasa cada tres meses, con lo que al final, los vecinos están pagando casi un 20 por ciento más que antes".