Los resultados de las elecciones al Consello Regulador Rías Baixas y el reparto de las 11 vocalías que se disputaban en los comicios del domingo están todavía en el aire. Y es que dadas las diversas reclamaciones producidas en mesas electorales de todas las subzonas deberá ser la Junta Electoral Central quien se posicione para dirimir varias vocalías dada la corta diferencia en votos registrada entre algunas candidaturas. Ayer, todas las partes consultadas se mostraban parcas en palabras y más aún a la hora de facilitar datos, incluso el de la participación electoral.
Así, puestos al habla con el Consello Regulador apuntaba que "únicamente tenemos datos oficiosos, tanto de votos como de participación y, dadas las reclamaciones habidas en diversas mesas de varias subzonas no podemos facilitar datos hasta que estos sean oficiales". Y dichos datos oficiales se prevé puedan conocerse a lo largo de la jornada de hoy martes, o puede que incluso mañana, "una vez que en Santiago la Junta Electoral Central resuelva las reclamaciones".
Y es que lo farragoso del proceso electoral facilitó los errores, tanto por parte de votantes como de los responsables de algunas mesas. Uno de los casos más insólitos se produjo en una de las dos mesas de Meaño, ubicadas ambas en la casa de cultura de la localidad, en concreto en la del censo de viticultores de más de dos hectáreas. Según explican responsables de Unión Agrarias "en esa mesa el censo era solo de 8 hipotéticos votantes. De ellos ejercieron su derecho al voto 7, pero al final en la urna aparecieron 9 sobres. Y en este censo precisamente, según explica UU.AA, existe una diferencia de dos votos que pueden decantar la balanza en favor de una u otra candidatura". Otro de los errores habidos fue la aparición de alguna papeleta de un censo en la urna que no le correspondía por lo que el voto fue declarado nulo. Tampoco ayudaba en el escrutinio la semejanza entre nombres de algunas candidaturas que contribuía a la confusión a la hora de cantar los votos.
De estas elecciones lo único que estaba claro en la jornada de ayer es que, en el censo más amplio, que era el de los viticultores de menos de dos hectáreas, de los 3 vocales que le correspondían a la subzona de O Salnés-Ulla, ganó en votos la candidatura de Unións Agrarias, pero ello no se tradujo en el reparto de vocalías donde en la práctica se produjo un empate. Y es que tanto Unión Agrarias como la Agrupación Profesional de Viticultores Rías Baixas y la Asociación Agraria de Galicia lograron un vocal cada una.
Desde Unións Agrias su secretario general comarcal Manuel Ángel Dopazo lamenta la situación generada: "Hemos asistido a unas elecciones con interferencia de políticos y donde ha habido formaciones que se han dedicado a transportar a gente a los colegios electorales". Acto seguido apela a la necesidad de cambiar la norma electoral: "El sistema está montado para que las grandes bodegas controlen el Consello Regulador, y los resultados están cantados de antemano".
