La pequeña depuradora de aguas residuales (EDAR) de O Facho (Castrelo) es un foco de problemas para el Ayuntamiento de Cambados. La llegada de vertidos industriales sin pretratar provocó en su día que la planta funcionase mal en ciertos momentos, con los consiguientes vertidos al mar. A consecuencia de estos episodios, el Concello tuvo que pagar una multa de 5.000 euros, y ahora está en proceso de alegaciones por otra. Pero, además, la planta es un quebradero de cabeza administrativo para el cuatripartito, pues en su día se construyó sin el permiso de la Dirección General de Costas, y su ubicación en el área natural de la desembocadura del río Umia y O Bao motiva que sea ilegalizable.
El primer teniente de alcalde de Cambados, Víctor Caamaño, explica que el Concello se ha dirigido a Augas de Galicia, "para buscar una solución a un problema que no tiene una solución fácil". "La depuradora de O Facho está en terreno de Costas, pero se construyó en su día sin el permiso de Costas, en un espacio natural donde no se puede ni legalizar ni ampliar", añadió.
La EDAR de Castrelo entró en funcionamiento en 2006. La construyó la Diputación, siendo presidente Rafael Louzán, en el marco de un proyecto que se financió con fondos europeos y con la que se construyeron varias pequeñas depuradoras más, en municipios como los de Meis y Ribadumia.
Pero en alguna ocasión han llegado a la estación vertidos industriales sin tratar -lo cual es ilegal-, lo que provoca vertidos al mar, para indignación de las mariscadoras que trabajan un rico banco próximo. Esa situación, y la aparentemente irresoluble situación administrativa y legal de la planta, ha llevado al Concello a solicitar formalmente a la Xunta de Galicia que jubile la EDAR de O Facho, y que conecte sus vertidos o bien a la de Tragove o bien a la de Meaño.
Una alternativa que ha generado una enorme preocupación entre algunos depuradores de mariscos que tienen sus naves en Tragove, pues temen que eso afecte a la calidad del agua del mar que ellos tienen que tomar para su actividad.
Víctor Caamaño apunta al respecto que "nosotros no estamos proponiendo ninguna medida en concreto, sino que lo que le pedimos a Augas de Galicia es que nos dé una opción para evitar que Castrelo se convierta en un punto conflictivo. Existe un problema, y lo que hacemos es dirigirnos a la Xunta para intentar resolverlo, porque son ellos quienes tienen las competencias en esa materia". Y es que el concejal también asume que la salida podría no pasar por llevar las aguas residuales de una planta a otra, sino que hay un trasfondo mucho mayor. "El problema es que ninguna depuradora de por aquí da abasto. Ni siquiera la de Tragove funciona bien".
Caamaño plantea que "el problema de los depuradores de mariscos de Tragove no son las casas de Castrelo, sino que la EDAR ya no da abasto". El concejal sostiene que hay problema estructural, y que la Xunta de Galicia tiene que asumirlo de una vez por todas por el bien de la ría de Arousa. "Hay problemas graves en la red. Por un lado debido a la gran cantidad de tramos donde no existe separación de las aguas pluviales y las residuales. En segundo lugar, porque hay puntos de la red donde cuando sube la marea entra agua del mar. Y en tercero, existe filtraciones de agua dulce procedentes de manantiales, garajes o bombeos. Todo ese exceso de caudal que no debería estar ahí impide a las plantas depurar en condiciones, y el resultado son los vertidos al mar".
Por ello, sugiere que "quizás ha llegado el momento de empezar a moverse para construir una nueva depuradora, pero eso es algo que el Ayuntamiento de Cambados no puede asumir".
