Un grupo de vecinos de la localidad meañesa de Xil trabaja estos días en la recuperación de la asociación de vecinos, un colectivo que emergió a mediados de la década de los 90 pero, aunque oficialmente no disuelto, sí quedó sin actividad hace unos quince años. En su mejor época la entidad llegó a contar con 140 socios, lo que venía significar en torno al 80 por ciento de las viviendas de la parroquia.

Ahora algunos vecinos de plantean su recuperación. Para ello se ha conformado una junta gestora integrada por trece personas, a cuyo frente está Ramiro Pazos Chaves, quien precisamente fuera uno de los primeros presidentes de este colectivo.

Los vecinos están llamados ahora a una asamblea que se celebrará en la casa de cultura de Xil este sábado a las 21,30 y en la que se procederá a la elección de la nueva junta directiva que rija los destinos de la entidad. Para ello está abierto el plazo de presentación de candidaturas. De no concurrir alguna a mayores se sometería a decisión de la asamblea el ratificar la actual gestora como nueva junta por cuanto sus integrantes se han avenido, en último caso, a asumir dicha labor.

Ramiro Pazos reconoce que recuperar la asociación era "una necesidad de la parroquia". "Hoy en día -explica- cualquier actividad que organices, llámense fiestas, cabalgata de Reyes u otra, precisa de un marco legal para solicitar permisos, acceder a subvenciones públicas y demás, por lo que pensamos que era ideal, en vez de legalizar una comisión aquí y otra allá, recuperar la asociación de vecinos, y bajo su paraguas disponer de un marco legal para todo ello". Sobre demandas de obras y actuaciones que se hacen necesarias en la localidad, Ramiro Pazos es cauto: "la idea es organizarnos como colectivo para realizar actividades desde la asociación y, luego, en función de las demandas que vayan planteando los vecinos, estudiarlas y, llegado el caso, asumirlas como reivindicaciones en pro de la parroquia". Preguntado sobre la ampliación del cementerio,una de las obras que implica a la parroquia, Pazos se desmarca: "no -precisa-, la obra del cementerio no tiene nada que ver, en este momento existe una comisión vecinal que está trabajando precisamente en ello".