El tiempo seco y caluroso de las últimas semanas ha propiciado que el estado de maduración del viñedo esté mucho más avanzado que en la pasada campaña. Por ello, los técnicos de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (EFA) prevén que la próxima vendimia se adelante con respecto a la de 2016.

La técnico Rosa Pérez Otero, responsable de los avisos fitosanitarios de la estación, explica que los racimos están más maduros que otros años por estas fechas. Así, por ejemplo, apunta que en 2016 el cierre del racimo se produjo hacia la mitad de julio, y los primeros granos cambiados de color se observaron a principios de agosto. No obstante, este año, el cierre de racimo "ya está generalizado", en palabras de Pérez Otero.

Es más, según la técnico de O Areeiro, hay parcelas con variedades muy tempranas ubicadas en zonas especialmente cálidas de O Condado, "donde ya se empiezan a ver uvas con cambio de color, e incluso alguna variedad con la totalidad de los grados cambiados de color", señala la Diputación de Pontevedra -responsable de la EFA- en un comunicado.

Rosa Pérez añade que "con estos datos, todo parece apuntar a que la vendimia se va a adelantar este año, pero aún queda margen para que la situación revierta según lo ocurrido otros años, en que también se hablaba de adelanto, pero en los que finalmente la vendimia tuvo lugar solo unos días antes de lo habitual".

En cualquier caso, el adelanto el proceso natural de la vid sería, según los datos observados hasta ahora, de entre 20 y 40 días, según las variedades y la zona del viñedo. Esto significa que la situación no cambia de forma notable en las próximas semanas, la cosecha podría iniciarse en O Salnés a finales de agosto o principios de septiembre. Serían unas fechas poco habituales, pero no insólitas, pues ya sucedió otros años en los que la primavera había sido especialmente seca y calurosa.