Volvió a ocurrir ayer en el entorno de A Toxa. Un delfín adulto, una hembra que conoce bien la ría, donde está fichada por el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) y un ejemplar juvenil, posiblemente un hijo nacido hace un par de años, quedaron atrapados con la bajamar en los bancos marisqueros de A Vía (O Grove).
Se trata de una zona que queda prácticamente seca cada vez que baja la marea y donde se forman grandes "pozas", convirtiéndose en una de las trampas más importantes y peligrosas para los mamíferos marinos en aguas arousanas.
Afortunadamente, tras los esfuerzos de biólogos y voluntarios, los animales consigueron pasar bajo el puente y recobrar la libertad a última hora de la tarde.
La presencia de estos mamíferos marinos en la zona, dando vueltas mientras trataban de encontrar una salida, y evitando en todo momento pasar bajo el puente de A Toxa, despertó enorme expectación.
Sus movimientos fueron seguidos de cerca por numerosos vecinos, pero también por miembros del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), con sede en O Grove, y de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma). Los expertos permanecieron expectantes para actuar de forma inmediata en el supuesto de que los arroaces llegaran a varar.
Bruno Díaz López, el director del BDRI, explicó a FARO que "se trata de ejemplares a los que estamos siguiendo, pues de hecho la hembra adulta está identificada y la vimos hace apenas una semana en A Illa".
A su juicio "lo que sucedió fue lo mismo que en otras ocasiones". Es decir, que los animales accedieron a los bancos marisqueros por el canal situado entre A Toxa y la costa de Cambados, pero cuando bajó la marea quedaron atrapados entre A Toxa y el litoral de Ardia (O Grove).
"Por causas que desconocemos estos animales son reacios a pasar bajo el puente, por eso no se atreven a salir", declaraba el propio Bruno Díaz mientras observaba a los nerviosos cetáceos.
"Se quedaron aislados y solo van a salir cuando suba la marea, regresando por donde entraron", pronosticaba.
Convencido de que entraron en la zona para alimentarse, persiguiendo peces o cefalópodos, Bruno Díaz asevera que "aunque son animales inteligentes no cabe duda de que cometieron un error de cálculo, pero están en buenas condiciones físicas y no van a sufrir daños por este incidente".
No es la primera vez que estos animales quedan atrapados en las bolsas de agua que se forman con bajamar en el entorno de A Toxa, y más concretamente en los bancos marisqueros de A Vía, situados entre dicha isla y el litoral grovense.
En abril de 2016, por ejemplo, tuvieron que intervenir una veintena de personas para rescatar a otros dos delfines que habían quedado varados en las proximidades del puente que comunica O Grove con A Toxa; en concreto una hembra adulta, de unos 250 kilos de peso, y una cría, de aproximadamente 180.
Fue un vecino el que avistó los cetáceos varados en el agua y dio aviso a la central de emergencias del 112 Galicia, que alertó a su vez a la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma).
El director del BDRI explicó entonces que, como en esta ocasión, los animales probablemente habrían accedido a la zona por la cara interior de la isla, es decir, entre A Toxa y el litoral de Cambados y Meaño viéndose sorprendidos por la bajada de la marea.
La diferencia es que en aquella ocasión sí se produjo el varamiento de los animales y el personal participante en las tareas de rescate tuvo que emplearse a fondo para conseguir liberarlos.
En diciembre de 2012 se vivió otro caso parecido, cuando una cría de delfín tuvo que ser rescatada bajo el puente de A Toxa por voluntarios de Protección Civil y técnicos del Cemma.
Un vecino había alertado de la situación, cuando el cetáceo peleaba por salir de la terrible situación de peligro en que se encontraba después de haber llegado a la zona en el peor de momento, cuando la marea bajaba, por lo que ya no pudo regresar a alta mar. La familia del pequeño delfín sí había conseguido abandonar a tiempo la zona de riesgo.
Lo cierto es que toda la zona interior de la ensenada de A Toxa y el Complejo Intermareal Umia-O Grove es un entorno peligroso para los mamíferos marinos. Baste recordar que en marzo de 2013 un delfín que quedó atrapado sobre el fango cuando bajó la marea se convirtió en el protagonista indiscutible de la jornada de ayer en la comarca de O Salnés. Ocurrió en el Complejo Intermareal Umia-O Grove, donde el mamífero marino estaba condenado a una muerte segura. Afortunadamente, la intervención de Protección Civil de O Grove y Cemma puso remedio a la agónica situación e hizo posible el rescate del animal.
